En los exteriores del Colegio Montúfar se reunieron 15 madres y padres de los alumnos sancionados. Ellos preparan la defensa de sus hijos. Foto: Diego Puente / EL COMERCIO
Los padres de familia de los estudiantes suspendidos del Colegio Montúfar se autoconvocaron la mañana de este viernes 11 de marzo en las afueras del plantel educativo, en el sur de Quito. Ellos confían en que las autoridades de Educación declaren inocentes a sus hijos, pero en caso de que no sea así, se preparan en el ámbito legal.
En la calle Upano, vía aledaña al Colegio Montúfar, se reunieron 15 madres y padres. Ellos firmaron una hoja de asistencia e intercambiaron criterios sobre el futuro de sus hijos. Gonzalo Barba, padre de familia de uno de los sancionados, les pidió mantenerse unidos. Él sabe que los procesos legales y administrativos serán largos, en caso de que el Distrito sancione a los adolescentes.
El martes 15 terminarán las audiencias de los adolescentes investigados. La rectora, Ximena Salgado, enviará un informe con conclusiones y recomendaciones a la Junta de Resolución de Conflictos del Distrito Eloy Alfaro. Ahí se determinarán las sanciones.
Una de las primeras medidas que adoptarán los padres será crear un fondo para gastos. Saben que no será barato contratar abogados, hacer llamadas, sacar copias, pagar los trámites, entre otros gastos.
Barba tomó una segunda medida. Él habló con los representantes del Colegio de Abogados de Pichincha para que puedan dar asesoría legal, sobre todo, a las personas de escasos recursos económicos que no pueden costearse una defensa.
La vigilancia policial continúa en el Colegio Montúfar.
En el Colegio Montúfar persiste la vigilancia policial en los exteriores. Siete policías custodian las puertas, se acercan a los padres, escuchan, se alejan. Otros funcionarios están dentro de la Institución. Ellos no se identifican. Este viernes les dejaron ingresar a los estudiantes sin representantes para que vayan a retirar el paquete de deberes.
El guardia les entrega una credencial que dice visita al pasar por la garita. Esperan sentados unos minutos hasta que un funcionario del Distrito se les acerque. Él les acompaña al interior del colegio, espera a que retiren las tareas y los acompaña hasta la puerta de salida.