Padre de joven golpeado: 'No es fácil levantarse y que mi hijo me diga: papá, estoy deforme'

Seis hombres golpearon la joven el viernes 23 de octubre del 2020. Foto: Captura

Seis hombres golpearon la joven el viernes 23 de octubre del 2020. Foto: Captura

Seis hombres golpearon al joven el pasado viernes 23 de octubre del 2020. Foto: Captura

“Papá, me acaban de dar una golpiza, estoy mal”. Ese fue el llamado de auxilio con el que fue sorprendido el médico Álvaro Márquez a la medianoche del viernes 23 de octubre del 2020. Vio a una persona deforme, no se le veían los ojos.

Horas antes, su hijo de 16 años había asistido a una reunión cerca del barrio La Calleja. “Mi hijo me contó que lo habían invitado a ese encuentro y que había muchos menores de edad”.

Dice que lo dejó ir por el estado de desespero en el que han entrado muchos jóvenes tras el encierro por la pandemia de covid-19. “Acepto eso, pero es que el confinamiento está afectando mucho a los jóvenes”.

Todo comenzó en esa fiesta. Por algún motivo los asistentes a la misma discutieron y todo pasó de las palabras a los golpes. Esa fue la primera chispa de lo que pasó después.

Luego, el joven decidió salir del departamento donde estaba hacia la casa de un amigo en el barrio El Batán, en la localidad de Suba, que queda muy cerca de la casa de Álvaro.

Pero la adrenalina que aún invadía a los jóvenes hizo que un grupo de seis pidiera un servicio de carro particular para llegar a un parque y volver a enfrentar al joven y a sus amigos.

Y así fue, cuando llegaron al espacio deportivo ellos estaban ahí, pero ante el numeroso grupo, los amigos de la víctima huyeron y él quedó solo y a merced de los atacantes, quienes con furia lo golpearon.

Mientras eso pasaba, el conductor del carro particular filmaba todo. “Él dice que escuchó hablar a los jóvenes sobre lo que iban a hacer y esa fue la razón por la que decidió prender su cámara y capturar la golpiza”. También fue el que le informó a la policía de dónde habían salido todos los adolescentes y hacia dónde se dirigieron.

La golpiza fue descomunal. Mientras el joven estaba tirado en el piso, los agresores le daban patadas y puños, e incluso lo atacaron con una botella en su espalda.

Quien por fin avisó a las autoridades fue el portero del edificio que queda frente del parque. “Pero cuando la policía llegó, los jóvenes ya habían huido”, contó el padre de familia.

Álvaro Márquez, quien es médico endocrinólogo, dice que los atacantes de su hijo tuvieron el descaro de regresar a la fiesta después del ataque.

“Por eso, y gracias al conductor y a la policía, yo llegué a ese lugar y pude enfrentar a los jóvenes mientras los acudientes llegaban”. Todos eran menores de edad.

Fue en ese lugar donde vio a los padres de algunos de los agresores. “Yo tuve contacto con ellos, fue un momento duro, les dije: estas son las consecuencias del ataque de ustedes contra mi hijo, esto tiene unas consecuencias, y así como ustedes tomaron la decisión de ir como hombres a atacarlo, como hombres tendrán que responder por las heridas que le propinaron. Es injustificable el nivel de violencia, fue una manada atacando a su presa”.

Mientras eso pasaba, el joven era atendido en la clínica Reina Sofía. Según su padre, no solo fueron pequeñas lesiones. “Yo soy médico y el tipo de golpes que mi hijo sufrió pudieron haber provocado una hemorragia cerebral, no solo puede haber una pérdida momentánea del conocimiento, sino que las contusiones pueden producir un hematoma y este la muerte, un golpe en la columna cervical, en la parte alta, puede producir daños en la médula ósea y la persona puede crear cuadripléjica, un golpe en la cabeza con un objeto contundente puede llegar a producir lesiones mayores, entonces la vulnerabilidad del cuerpo da para todo”.

Para Álvaro, el video demuestra que los atacantes de su hijo querían causar el mayor daño posible. “Mi hijo tenía las suelas de los zapatos marcadas en su rostro”.

Pero quizás lo que más indignó a este médico fue haber escuchado el audio del video en donde uno de los jóvenes dice: “Para que vean lo que le hicimos”. Por eso el galeno dice que puede entender una pelea entre dos grupos de jóvenes. “Pero no entiendo es la sevicia, la intención de hacer daño y luego el abandono a una persona en estado de incapacidad”.

Hasta ahora los colegios donde estudian los jóvenes no se han pronunciado sobre el hecho. Eso sí, la institución del joven agredido ya está enterada de la situación y sus directivos están tratando de entablar comunicación con el rector del English School, con la idea de que este tipo de situaciones no se vuelvan a presentar. De aquí en adelante y con la plena identificación de los agresores, cursa una investigación por parte de la Fiscalía.

“Mi hijo tiene hematomas faciales, en el cráneo, en los brazos, en la espalda y una fractura en su nariz, pero el peor daño es el psicológico. No es fácil levantarse un día y que mi hijo me diga: ‘papá, estoy deforme, irreconocible, será que me voy a quedar así”.

La familia dice que confía en la ley y sabe que en este caso habrá justicia. “Los jóvenes están valorando la vida de una manera diferente. Algo tenemos que estar haciendo mal y hay que reflexionar”, aseguran.

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