Padre que denunció a su expareja por maltrato infantil terminó detenido

El padre y la menor acudieron ante las autoridades para denunciar el caso de maltrato infantil en Quito. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

“Pase lo que pase, suceda lo que suceda, mi hija está de por medio”, dijo Francisco A., seguro de que hacía lo correcto al denunciar a su expareja por golpear a su hija de 12 años.
La niña tenía moretones en las piernas a causa de latigazos producidos con el cable del cargador de un celular. La pequeña aseguró que su madre fue quien la golpeó la noche del lunes 23 de mayo y que no era la primera vez que lo hacía.
Francisco también reveló que su exconviviente era una “mujer maltratadora”. Y que en otras ocasiones había golpeado a la niña con palos, mangueras de agua, con golpes en la cara o cualquier objeto que tenía cerca, desde que era una bebé.
“Me llamó mi hija llorando, y a mí me duele mucho lo que le pasa. Ya no podía permitir que esto pase de nuevo. Incluso hablé con una psicóloga y me aconsejó que denuncie a la madre de mi hija”, dijo el padre.
Él reconoce que las anteriores veces, cuando le llamaba su hija llorando, él solo trataban de consolarla y le pedía que se “portara bien” y no hiciera enojar a la madre. Pero en esta última vez, la niña le dijo que ya no quería vivir con su mamá y que incluso pensaba escaparse de la casa.
Esa promesa preocupó al padre y por eso acudió a la Dinapen (Dirección Nacional De Policía Especializada Para Niños, Niñas Y Adolescentes) en busca de ayuda. Sin embargo, al denunciar, el padre se exponía a ser detenido pues en su contra existe una boleta de apremio por deudas en la pensión alimenticia.
El agente de la Dinapen le explicó que el momento que él pida la detención de la mujer él también sería detenido y que su hija quedaría al cuidado de familiares. Pero al hombre no le importó. “Mi hija es más importante que cualquier cosa y quiero que no sea más golpeada”, dijo.
El examen médico legal de la niña detalla que sufre maltrato físico y psicológico. La niña casi no habla, tiene malas notas en el colegio y es tímida. Los golpes que sufrió le causaron heridas que según el perito corresponden a cuatro días para imposibilidad en el trabajo, es decir que tardarán cuatro días en sanar.
Esta tarde, la Dinapen realizó un operativo para detener a la madre, pero en lugar de eso el único detenido fue el padre quien denunció.
Al parecer, el problema fue que la niña había sido golpeada hace más de 24 horas y ya no aplicaba la flagrancia. Es decir, que al pasar este tiempo, el Código Integral Penal detalla que las personas sospechosas no pueden ser detenidas sino que se debe iniciar una investigación.
La mujer al notar la presencia de la Policía en la puerta de su casa tomó una actitud violenta. La niña, que se encontraba en el patrullero junto con su papá parecía nerviosa. Gabriel Arellano, agente de la Dinapen, aseguró que la custodia de la menor iba a ser retirada de la madre y entregada a su familia ampliada. “Lo importante es precautelar la seguridad de la niña”, dijo.
Al final, la madre se quedó en la casa, mientras que el padre fue detenido.