Foto: Captura de pantalla
“A mi hijo se lo comieron los presos”. Con esas conmovedoras palabras, el ciudadano venezolano Juan Carlos Herrera ha hecho en estos días una denuncia impactante. En declaraciones a la prensa local, el hombre ha asegurado que su vástago, quien lleva su mismo nombre, fue víctima de canibalismo.
El episodio cargado de terror ocurrió en el Cuartel de Prisiones de PoliTáchira, en San Cristóbal (suroeste de la República Bolivariana), conforme lo han registrado diarios y portales internacionales, como los británicos The Independent y The Telegraph, así como el ruso Vesti.Ru.
Pero ¿qué sucedió en el presidio con capacidad para 120 reclusos, en el cual malviven unos 350? Herrera padre da los detalles, que recogen las declaraciones de otras personas privadas de la libertad (PPL).
Su hijo, de 25 años y detenido desde el 2015 por robo, fue tomado como rehén por presidiarios, que lo amordazaron, colgaron, asesinaron y descuartizaron, durante un motín carcelario que se prolongó por 30 días. Herrera hijo era parte de un grupo de ocho reos y dos guardias tomados como rehenes por los amotinados.
Luego de la protesta, dos de los internos desaparecieron, una información que ha sido confirmada por las autoridades carcelarias del país, quienes sin embargo han negado el episodio de canibalismo.
De las declaraciones de los presos, que Herrera padre incluye en su denuncia, salen a la luz más episodios escabrosos. Entre los amotinados señalados de caníbal figura un reo sumamente peligroso, José Dorangel Vargas Gómez, más conocido con los alias de ‘Comegente’ y ‘Hannibal Lecter de los Andes’, y quien paga condena por ese delito desde 1999.
‘Comegente’, según los archivos policiales y judiciales, es acusado de al menos 40 casos de canibalismo.
En medio del desconcierto y del dolor del padre, Humberto Prado, coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones, informó que pidió a la Fiscal General del país investigar el caso y enviarlo para estudio de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Prado también confirmó los episodios de canibalismo. “Los prisioneros fueron desmembrados antes y algunos reos forzaron a otros a comer los restos de los asesinados. Esto sucedió en un centro de detención en El Tigre”.