´Paco Moncayo, durante su ingreso a la Asamblea Nacional de la Izquierda Democrática para aceptar la candidatura. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Finalmente Paco Moncayo aceptó la precandidatura a la Presidencia de la República. No lo hizo antes porque la Izquierda Democrática (ID) no tenía vida jurídica y esta es la organización política por la que ahora subirá a la palestra electoral.
Moncayo es General (r), comandó a las FF.AA. en la Guerra del Cenepa, fue Alcalde de Quito en dos ocasiones y diputado, por la misma ID, y después legislador, por el Movimiento Municipalista.
En su primera Asamblea Nacional, desde que recuperó la personería jurídica, el partido naranja tomó ayer varias decisiones en Quito.
Las más trascendental fue precisamente la candidatura de Moncayo. La segunda fue que Wilma Andrade, su presidenta nacional y quien organizó la reinscripción de la agrupación, encabece la lista a asambleístas nacionales. La nómina estará conformada solo por militantes de la ID, no será negociable, como lo dijo Marcelo Farfán, su vicepresidente.
Las demás candidaturas las elegirá la Comisión Política, que se encargará de dirigir los diálogos con los demás partidos y movimientos. La ID se pondrá a la tarea de buscar un binomio para Moncayo, quien dijo que preferiría una mujer. También deberá definir las otras 14 candidaturas para legisladores nacionales.
Con su aceptación de la postulación, Moncayo renuncia a seguir siendo el coordinador del Acuerdo Nacional por el Cambio, frente de centro izquierda que agrupa a Unidad Popular y Pachakutik, así como a organizaciones sociales y sindicales. Pero aclaró que mantendrá sus compromisos y que asistirá a la convención prevista para el 1 de octubre, cuyo objetivo es escoger un candidato único para la tendencia.
Si Moncayo participa como precandidato en ese proceso interno, terciará con Lenin Hurtado, de Unidad Popular, y Lourdes Tibán, de Pachakutik. Enrique Ayala Mora retiró su precandidatura hace nueve días, en favor de la de Moncayo, que aún no se confirmaba.
Hurtado saluda la decisión del General de aceptar la candidatura porque considera que fortalece al Acuerdo Nacional y que es saludable que se escoja el mejor representante de la tendencia en la convención.
Sin embargo, en la Asamblea de la ID el tono de los discursos fue distinto. Todos los líderes, nuevos y de la vieja guardia, ven a Moncayo como su única opción. Ya una vez aceptado el reto, el mismo General habló durante 40 minutos sobre lo que necesita el país y sobre lo que se tiene que cambiar.
Los ofrecimientos de campaña abundaron; el más específico fue la promesa de que en los primeros 100 días de Gobierno presentarán todas las reformas ofrecidas en la Asamblea. Y el propio Moncayo recordó: “yo nunca le he fallado al país”.
En la cita de ayer se ofrecieron reformas a las leyes de Seguridad Social, Educación Superior, Comunicación, Código Integral Penal, reactivar la economía e incentivar la producción, impulsar el sector privado, incluso debatir temas polémicos como los derechos de la comunidad GLBTI, el aborto por violación y otros temas que no tuvieron cabida durante la Revolución Ciudadana.
Andrade habló del legado histórico del partido naranja y de su responsabilidad de aportar al desarrollo del país. Por eso calificó al exalcalde de Quito y su compañero de filas como el candidato más apto para convocar a la Nación al diálogo, la unidad y la tolerancia. Y María Paula Romo, exlegisladora y reciente miembro de la ID, afirmó que tendrán toda la campaña electoral para recordarle al país las virtudes de Moncayo.
Los discursos de todos los líderes del partido fueron por la misma línea, el apoyo a Moncayo y Andrade, la gratitud a Rodrigo Borja, y la tarea de recuperar la democracia, las libertades, la institucionalidad.
Andrés Vallejo, Marcelo Farfán, Luis Caicedo, Karla Astudillo, Sebastián Ibarra, y todos los que fueron tomando la palabra recordaron el eslogan de la ID “justicia social con libertad” y eso es lo que ofrecieron.
Wilfrido Lucero, una de las figuras históricas de la agrupación, aseguró que en el escenario político nacional hacía falta la presencia de la ID y su voz. Le deseó suerte a la nueva dirigencia del partido y los conminó a “reestablecer definitivamente el orden democrático”.
Pero el emotivo retorno de la Izquierda Democrática y su ímpetu por retomar la palestra política con candidatos propios puede leerse también de otra manera.
El catedrático y analista polític, Felipe Burbano Lara, sostiene que la candidatura de Moncayo confirma la dispersión y fragmentación de las fuerzas opositoras.
“Demuestra la dificultad que tiene el progresismo para encontrar candidaturas de consenso”. Y recuerda que no solo la izquierda está dividida, sino que la derecha también tiene, al momento, varios aspirantes a Carondelet.
Para el analista, Moncayo tiene un discurso consistente, una visión de conjunto, equilibrada, abierta y tolerante y podría reorganizar el debate nacional. Pero el experto no lo ve como un candidato con posibilidades electorales.
Y afirma que es un error que “la ID siga pensando que la centro izquierda y la social democracia le sigue perteneciendo”, cuando es un partido que está apenas reconstituyéndose.
De todas formas, Moncayo y Andrade indicaron que mantendrán diálogos con todos los actores políticos, pero que en caso de alianzas tendrá que ser con sectores de la misma tendencia, excepto para su lista nacional de legisladores.