Pacientes ingresan al Hospital de Solca en Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
La preocupación entre los pacientes de Solca, está latente. Tras las declaraciones dadas por el presidente Rafael Correa con relación a los recursos que se deben entregar a esta entidad, usuarios de esta unidad de salud hacen un llamado al diálogo y a la conciliación, para que se alcancen acuerdos y soluciones. El temor es que esta situación incida en la atención y, sobre todo, en los tratamientos que reciben.
El fin de semana, el Mandatario se refirió a que los directivos de Solca entreguen las instalaciones al Estado para brindar el servicio y atender a los pacientes. Esto, ante un pedido de directivos de la entidad de salud para que se cancele cerca de USD 130 millones.
Algunos pacientes, que acudieron a las instalaciones ubicadas en San Isidro del El Inca este lunes 7 de marzo, cuentan sus historias y cómo la atención recibida en este hospital, incluso, ayudó a salvar sus vidas; al mismo tiempo agradecen por la entrega de recursos por parte del Gobierno.
Estela Licuy, de 42 años
Llevo aquí más de un año. Todo empezó cuando comencé a sentir molestias al orinar y un continuo dolor en el vientre. Fui al Hospital Eugenio Espejo y me diagnosticaron cáncer al cuello de útero. Me hicieron varios ecos y exámenes. El departamento de Oncología del Hospital me mandó a Solca. Llegué acá y, nuevamente, confirmaron la enfermedad. Hasta el momento me han realizado unas 10 radioterapias y cuatro quimioterapias. Me faltan cuatro más.
Ha habido momentos en los que debí suspender el tratamiento, por mi estado, pero luego las he retomado. Durante todo este tiempo no he tenido que pagar nada. Solo debo presentar mi cédula y me atienden. Agradezco al Gobierno por la ayuda que nos ha dado y le pido que no deje de ayudar, que eso nos salva la vida. Gracias a él estoy saliendo adelante para mantener a mis tres hijos de 11, 9 y 8 años. Ellos estudian en la Escuela Simón Bolívar.
Antes trabajaba de empleada doméstica, pero desde que enfermé, tuve que dejar de hacerlo. Mi esposo es guardia de seguridad y gana el básico. Con eso debemos pagar USD 85 por dos cuartos que rentamos en el Centro de la ciudad. Además, el agua y la luz; además, la comida y pasajes. No nos queda nada. Yo jamás hubiese podido pagarme el tratamiento de mi bolsillo. La doctorcita que me atiende me contó que últimamente compraron nuevas máquinas de alta tecnología para hacer las radios. Todo eso es para nuestro bien. Para mí, Solca es vida.
Sonia Ruiz, 52 años.
Soy paciente desde hace cinco años cuando me diagnosticaron cáncer al seno. Me han hecho siete quimioterapias tres radioterapias y me extirparon el seno. Estoy bien. Me eliminaron el cáncer, pero me salió un linfoma maligno delante de la columna. Me dijo la doctora que es genético o que puede ser una reacción de mi cuerpo debido al agresivo tratamiento al que me sometía para acabar con el cáncer la primera vez.
Esa vez fui al IESS y ellos me remitieron acá. El mismo tratamiento particularmente me hubiese costado al menos unos USD 100 000 y obviamente no cuento con esa cantidad. Yo trabajo en Cotacachi. Ahí hago tejidos y manualidades. Hoy (lunes 7 de marzo) debo ingresar en la tarde para hacerme nuevamente quimioterapia. La primera siempre es con hospitalización por las reacciones. Mi mensaje al Presidente es que siga apoyándonos como hasta ahora lo ha hecho porque somos muchos los pacientes que necesitamos de este servicio.
Aquí nos atienden muy bien. Desde el guardia hasta el cirujano nos explican con claridad y nos tratan muy bien.
Juan Vicente, de 52 años
Soy paciente del IESS. Allí me operaron de un tumor testicular y luego de hacer exámenes sospecharon que se trataba de cáncer. Entonces me dieron el pase a Solca. Me están haciendo exámenes y ecos para confirmar el diagnóstico. Hoy me mandaron a tomar turno para Oncología. Allí me van a valorar para comenzar a darme quimioterapia o volverme a operar. Todo lo van a hacer es gratuito. El Gobierno debería darse cuenta de la ayuda que nos dan a los pacientes. Espero que esta situación se solucione para poder seguir con mi tratamiento. Esa es la única esperanza que tengo para seguir manteniendo a mi familia.
Patricia S., de 51 años
Me detectaron un tumor en la cerviz, hace seis meses. Me sacaron el útero, pero me detectaron raíces cancerígenas. Yo vivo en Ambato. Allá me hicieron la biopsia. Me detectaron cáncer y me sacaron el útero en una clínica privada porque el turno en Solca se demoraba al menos tres meses. Mi familia decidió hacer un esfuerzo para operarme lo antes posible antes de que la situación empeore. La cirugía me costó USD 7 000. Luego ingresé a Solca para que me den el tratamiento indicado y evitar una metástasis.
Desde mi llegada a este hospital no he pagado ni un centavo. He recibido cinco quimioterapias ambulatorias, 28 radioterapias y cuatro braquiterapias, un tratamiento con anestesia general intravaginal, para atacar las raíces del tumor y ayuda a cauterizar.
Siempre me hacen controles para asegurar que nada malo pase. Lo único que quiero es agradecerle al Presidente por su aporte y pedirle que piense en los que no tenemos y la ayuda que Solca nos da.