El orquideario de Río Verde exhibe 500 plantas

orquídeas en Río Verde

orquídeas en Río Verde

Las orquídeas en Río Verde buscan que la comunidad decida cuidar esta planta y halle un sustento al sembrarla. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Una edificación dividida internamente en dos áreas es la casa de las orquídeas. El lugar se asienta en la parroquia Río Verde, en el cantón Baños de Agua Santa, provincia de Tungurahua.

Pese a que el lugar se ubica en la Sierra andina ecuatoriana cuenta con una combinación de climas cálido y templado que permite tener una variedad de especies de orquídeas.

En el primer espacio se exhiben las 30 variedades de híbridos con alrededor de 160 plantas. Estas son intervenidas por el hombre. Las hay de padres asiáticos y americanos.

Son las únicas que se comercializan, porque tienen el permiso del Ministerio del Ambiente, así como mejores condiciones para venderse por el tamaño de sus flores, sus diversos colores y la facilidad para el cultivo.

En la otra área, en cambio, están las especies que mantienen las características de tal y como se encuentran en la naturaleza. Todas son ecuatorianas y de ellas hay 350 plantas en el lugar. Estas no se comercializan, porque son más difíciles de cultivar y conservar.

De acuerdo con José López, administrador del lugar, una de las metas de la creación del orquideario es la vinculación con la colectividad. Para ello, uno de los componentes del lugar es lograr que la comunidad maneje el cultivo de estas plantas.

Un proyecto para cuidar las orquídeas

Con la finalidad de que el proyecto genere beneficios directos a la comunidad, añade López, se aplica el componente técnico productivo, que consiste en la producción de orquídeas pequeñas en laboratorio.

Allí, explica López, las plantas se desarrollan hasta que alcanzan un tamaño apropiado para que la gente las pueda cultivar. "Nosotros les enseñamos cómo cuidarlas y cuando están en flor, el orquideario las compra para exhibición".

Según el especialista, esto ayuda, de manera indirecta, a que no se extraigan más orquídeas de los bosques ya que la gente puede acceder a una planta a menor costo. Este componente, además de generar una alternativa económica para la comunidad ayuda a conservar el recurso bosque.

"Por ejemplo, las personas ya no necesitan deforestar dos hectáreas de espesura para sembrar naranjilla si van a tener 200 m2 de plantas que les permitirá tener ingresos más altos que los que se generan por la producción de la fruta", añade el administrador.

Erick Müller, un turista alemán, llegó al sitio para observar las plantas. Una de las cosas que más le impresionó fue la explicación sobre el crecimiento de las orquídeas.

Para ingresar al sitio hay que hacer un recorrido por las dos áreas y recibir detalles de las plantas. "Aprendí que las orquídeas tienen una particularidad: son epifitas, es decir, crecen sobre los árboles por lo que sus raíces no están en contacto con el agua líquida, o sea no siempre tienen agua a disposición por lo que necesitan, para poder mantener su equilibrio hídrico interno, que el aire sea húmedo como el que existe en las vías hacia la Costa o la Amazonía", cuenta el extranjero.

Gran variedad
Para el biólogo Oswaldo Haro, las formas, colorido y aroma convierten a las orquídeas en plantas enigmáticas para la investigación. "Mientras unas alcanzan hasta 30 metros de altura, otras miden apenas unos cuantos milímetros. Sus flores se agrupan en racimos de dos a 20 y pueden ser blancas, rosadas, lilas, rojas, amarillas, verdes y hasta azules".

De hecho en Ecuador está la especie de orquídea más pequeña del mundo, con 2,1 milímetros de dimensión. Es la familia más extensa del reino vegetal y existen 30 000 especies de la flor en el mundo.

Según el especialista, la sorprendente variedad de orquídeas que habita en el Ecuador responde a la biodiversidad y variedad de climas y microclimas que tiene el país. "Poseemos cuatro de las cinco subfamilias de orquídeas existentes a escala mundial, lo que significa 4 032 de las especies que hasta el momento han sido clasificadas y publicadas. De estas, 1 714 especies son endémicas, a más de las 400 que están en proceso de estudio y descripción".

Otro de los componentes del orquideario es el ambiental y de conservación. Este implica poseer el permiso de tenencia de vida silvestre. Así, en el lugar se pueden tener plantas que han sido decomisadas o que se encuentran en los taludes de las carreteras. "Cuando es necesario vamos a los lugares, las rescatamos y terminan de ser cultivadas aquí", finaliza López.

El lugar está abierto de jueves a martes y en feriados, de 08:00 a 17:00. El ingreso cuesta USD 2 para los adultos, mientras que los niños y las personas de la tercera edad pagan USD 1.

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