Jimmy Jairala visitó el miércoles pasado la parroquia Febres Cordero, en Guayaquil. Foto: Cortesía / Centro Democrático
Las elecciones seccionales del 2019 constituyen un desafío para 8 organizaciones políticas nacionales y 16 locales. Esos grupos tienen ‘tarjeta amarilla’ y en ese proceso intentarán no desaparecer del registro jurídico ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
En el listado de los nacionales están Unidad Popular (UP), Adelante Ecuatoriano Adelante (AEA), Sociedad Patriótica (PSP), Avanza, Centro Democrático (CD), Fuerza Compromiso Social (FCS), Unión Ecuatoriana y Concertación.
Estos no cumplieron con el artículo 327 del Código de la Democracia en las elecciones del 2017: no obtuvieron el 4% de los votos válidos en dos elecciones pluripersonales consecutivas nacionales; o, al menos, tener tres representantes en la Asamblea Nacional.
En el 2019, el reto para mantenerse vigentes será alcanzar al menos el 8% de alcaldías; o una concejalía en el 10% de los cantones del país, como lo establece la Ley. En las urnas se elegirán 23 prefectos, 23 viceprefectos, 221 alcaldes, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales y 4 089 vocales de las juntas parroquiales rurales.
Los representantes de esos grupos buscan estrategias para conseguir la aceptación popular y captar potenciales votantes. Entre otras opciones, la mayoría de organizaciones recurrirá a figuras con alta popularidad o reconocimiento, mientras otras priorizarán las alianzas.
Wilson Sánchez, director nacional de AEA, recorre el país en la búsqueda de cuadros. Para la Alcaldía de Guayaquil o la Prefectura del Guayas sostienen un nombre: la exlegisladora Anabella Azín, esposa del excandidato presidencial y líder del partido, Álvaro Noboa. “El panorama ha cambiado, creemos que somos la opción de cambio que busca el ecuatoriano”, refirió.
En Quito y Pichincha se analizan alianzas con otros grupos. En El Oro, por ejemplo, buscarán participar para la Prefectura con la actual viceprefecta Cecilia Serrano.
En Unidad Popular apuestan por alcanzar triunfos en su principal bastión: Esmeraldas. En la capital de la provincia, la actual prefecta, Lucía Sosa, buscará la Alcaldía. En la prefectura, el precandidato es el exasambleísta Lenín Chica.
Mery Zamora, su directora nacional, cree que esa provincia fronteriza es un reducto importante que les permitirá permanecer con vida.
Ella, en cambio, figura como precandidata para la Prefectura de Manabí. “Hay reuniones periódicas en todas las provincias”, indicó.
En Avanza se apunta a Imbabura, su principal nicho nacional. Javier Orti, director en Pichincha, afirmó que el prefecto imbabureño Pablo Jurado irá a la reelección.
En el 2014 captaron 869 dignatarios locales. “Estamos conscientes que ahora el escenario nos obliga a buscar alianzas. Varios de nuestros alcaldes irán a la reelección y hemos atraído a otros como Kléver Ron, de Tena, quien había ganado con Creo y está primero en las encuestas” señaló.
PSP, de su parte, apuesta por los nuevos rostros. Gilmar Gutiérrez, directivo nacional del partido, sostuvo que la lista 3 fue la más “perseguida” en el gobierno anterior, por tanto cree que el electorado hoy los mira diferente.
Pero también consideran los diálogos con otros grupos. Para la Alcaldía de Guayaquil y de Quito, reconoció, se busca un “gran acuerdo político”. En la primera urbe se teje la candidatura de Simón Bolívar Rosero y, en la segunda, al actual legislador Jorge Yunda.
CD tiene su principal candidatura en Jimmy Jairala, quien busca la Alcaldía porteña. En torno a su figura aún se sostienen diálogos para una gran coalición con Alianza País y Democracia Sí. En tanto, el prefecto guayasense visita barrios y en foros da a conocer sus propuestas para la urbe.
Iván Espinel, líder de FCS, dijo que con “su presencia” se ha reactivado el movimiento. Esto luego de que permaneciera en prisión por peculado y lavado de activos, pero recibió medidas sustitutivas. Ahora se presenta periódicamente ante los jueces y usa un grillete.
Él reconoce que el haber enfrentado un proceso ha debilitado a la agrupación. “Pero una vez que se ha comprobado la falta de pruebas, que se han desvirtuado esos indicios, nosotros hemos seguido nuestra actividad política y ha habido aceptación de la gente. Nosotros hemos enfrentado todo y esto más bien va a fortalecer al partido”, indicó Espinel.