La reunión contó con la participación de 24 representantes de los partidos y movimientos políticos. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
El Consejo Nacional Electoral (CNE) y sus delegaciones provinciales de Pichincha y Sucumbíos se reunieron hoy, miércoles 30 de marzo del 2016, con los delegados de las organizaciones políticas de ambas provincias. El encuentro fue en el auditorio de la delegación provincial en Quito y contó con la participación de 24 representantes de los partidos y movimientos.
Por la autoridad electoral participaron Juan Pablo Pozo, presidente del CNE, y las consejeras Ana Paredes y Luz Haro; y por las delegaciones Patricio Domínguez y Delcy Rodríguez.
Los coordinadores nacionales de Procesos Electorales, Asesoría Jurídica y Gestión Estratégica del CNE explicaron el plan de auditorías y el cronograma electoral, los lineamientos legales para el control social y político de las organizaciones políticas en el proceso electoral y el funcionamiento del sistema de transmisión y procesamiento de resultados.
Cuando llegó el momento de las preguntas de los delegados políticos, la mayoría se concentró en exigir una respuesta clara sobre las denuncias de que el padrón está inflado y de la posibilidad de que se trate de que a nombre de personas muertas participen otros. El segundo tema que más preocupa a las agrupaciones es el control a la publicidad estatal y propaganda gubernamental.
Francisco Celi, delegado de Unidad Popular, explicó largamente lo que él considera infracciones del gobierno central durante la época de campaña y la ausencia de un control por parte del CNE. Otros lo apoyaron pidiendo que se prohíba la inauguración de obras y que se vigile los gastos de todas las autoridades en publicidad.
El delegado del movimiento parroquial Bandola Vive denunció que en las poblaciones pequeñas el chantaje de las autoridades es mayor, que en época de campaña hay ministros que van a ofrecer a cambio de votos obras que después nunca se ejecutan.
Entre las preguntas y críticas hubo también agradecimientos al CNE por realizar los consejos consultivos y por llevar adelante el proceso de auditorías para las elecciones del 2017.
Al final de todos los cuestionamientos, Pozo tomó el micrófono y respondió, durante casi una hora. Con la presentación de diapositivas explicó nuevamente que no es posible que los muertos voten y que el padrón no puede ser alterado. También dijo que para el control de la promoción electoral, el CNE tiene que regirse a las normas existentes, que establecen una serie de controles y prohibiciones para las autoridades en época de campaña.
Pozo pidió a los delegados difundir la información y explicaciones recibidas para facilitar el trabajo de todos durante el periodo electoral. Asimismo les prometió transparencia y puso como ejemplo de ello al plan de auditorías que se está llevando a cabo. Y finalmente insistió en que las organizaciones políticas no deben ver a la autoridad electoral como el enemigo, sino que deben trabajar en conjunto para mejorar el proceso electoral.