36 organizaciones políticas registraron directivas en la frontera norte

A inicios de mayo, Creo realizó una reunión en Esmeraldas para planificar las elecciones seccionales del 2019. Foto: Archivo / EL COMERCIO

A inicios de mayo, Creo realizó una reunión en Esmeraldas para planificar las elecciones seccionales del 2019. Foto: Archivo / EL COMERCIO

A inicios de mayo, Creo realizó una reunión en Esmeraldas para planificar las elecciones seccionales del 2019. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Esmeraldas es la provincia fronteriza con más presencia de partidos y movimientos nacionales. 16 de las 18 organizaciones legalizadas registraron directivas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Esta jurisdicción es también la que más electores tiene de las cuatro que conforman la mancomunidad del norte (frontera con Colombia) y la novena entre las 24 provincias. Para la consulta popular del 4 de febrero del 2018 se habilitó a 399 773 electores.

En Imbabura hay directivas de 15 organizaciones nacionales, en Sucumbíos de 14 y en Carchi de 13.

Guillermo Celi, dirigente y asambleísta por SUMA -una de las organizaciones nacionales que tiene presencia en las cuatro provincias del norte-, señala que la importancia de tener presencia en estos sectores es que así se puede generar mayor liderazgo político y, además, recabar las necesidades de esas poblaciones para incluirlas en sus propuestas.

Pero aunque las organizaciones políticas nacionales tengan su registro de manera global, también tienen presencia desconcentrada en cantones y parroquias más cercanos a la frontera. Por ejemplo, Creo terminó hace dos semanas un fortalecimiento de las directivas de los núcleos locales.

César Monge, director nacional de esta organización, lideró la gira de fortalecimiento. Indicó que ya tiene directivas en los 221 cantones del país, incluyendo los fronterizos.

Además, hasta octubre espera concretar la estructura política en 1 054 parroquias. En ese plan también se incluyen territorios conflictivos, como Mataje, en Esmeraldas, donde se registraron hechos violentos en el último trimestre.

Para el establecimiento de estas directivas, las organizaciones tienen comités nacionales, que a la vez coordinan con los dirigentes de las provincias y los cantones. Se realizan evaluaciones en sitio, se reclutan militantes y, posteriormente, se establecen las estructuras descentralizadas.

Monge relata que para hacer ese trabajo en territorios fronterizos conflictivos se toman medidas especiales de seguridad. Por ejemplo: trabajan únicamente en las mañanas y las personas que no son originarias del lugar nunca duermen ahí, sino que regresan a sus ciudades el mismo día o avanzan a un punto más tranquilo.

Además de las agrupaciones políticas nacionales, en esas provincias hay otras 19 con representación en el sector, que son de carácter local: provincial, cantonal y/o parroquial.

Pero de estas, solo tres están en territorios fronterizos con Colombia. Los movimientos Alternativa por el Cambio, en San Lorenzo (Esmeraldas); Somos, en Tulcán (Carchi); e Independiente Unidad Cascaleña, en Cascales (Sucumbíos).

En Sucumbíos también está el movimiento cantonal Independiente de Reintegración, en Cuyabeno. Pero esa población es fronteriza con Perú.
Actualmente, en el Consejo Nacional Electoral se tramitan solicitudes de inscripción de otros movimientos con sede en estos territorios.

Alianza País, además de las directivas legalizadas ante la autoridad electoral, desarrolló en los últimos 10 años un sistema de representación local que llega, incluso, hasta la dirigencia en barrios.

Los Comités de la Revolución Ciudadana (CRC) se asientan en todo el país. Tienen autonomía y coordinan sus acciones con las directivas.
Esto les sirvió, por ejemplo, para que en las últimas elecciones, el presidente Lenín Moreno ganara en todas las poblaciones de la frontera norte, frente a los otros candidatos.

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