La oposición de Venezuela realiza nuevas protestas por la escasez de alimentos y los estragos económicos. Foto: AFP
El alcalde opositor venezolano del municipio occidental de Iribarren (estado de Lara), Alfredo Ramos, acusó el lunes 6 de junio del 2016 a concejales del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de agredir a sus trabajadores, causar daños en la institución y de secuestrar a la alcaldía.
“Fuimos secuestrados por los corruptos y delincuentes concejales del Psuv. Agredieron a trabajadores de la alcaldía”, aseguró Ramos a través de un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
En otro mensaje agregó que mañana denunciará ante las autoridades venezolanas a los responsables que “dañaron las instalaciones de la alcaldía”, por lo que convocó a sus seguidores a una movilización hasta la sede de la Fiscalía en ese estado.
Ramos aseguró que desde las 05:00 hora local las radios comunitarias, las cuales en su mayoría se encuentran en manos del chavismo, estaban “llamando a tomar la alcaldía”.
El alcalde mostró en su Twitter algunas fotografías de cómo una de sus trabajadoras recibió golpes en la cabeza, que le ocasionaron hematomas.
En otra de las imágenes se pueden ver destrozos en las instalaciones de la alcaldía supuestamente causados por el grupo chavista.
Se desconoce la motivación del ataque, aunque el alcalde señala que presuntamente se trata de razones políticas.
Esta situación se produce cuando el país petrolero se encuentra sumergido en un escenario de crisis económica, política y social y bajo un marco de tensión por la escasez de alimentos y medicinas.