En diciembre, el presidente del CNE se reunió con delegados de 14 partidos opositores. Pavel Calahorrano/Archivo El Comercio
La primera actividad electoral que se realizará en el 2016 será una reunión entre las organizaciones políticas y el Consejo Nacional Electoral (CNE), pactada para mediados de enero. En este año preelectoral, los partidos y movimientos de oposición llegarán a la cita con el pedido concreto de que se transparente la elaboración del registro electoral: el documento en el cual constan los ciudadanos mayores de 16 años habilitados para depositar en las urnas sus votos.
Entre los representantes de las organizaciones de oposición existe incertidumbre por la elaboración de ese documentos para el 2017. Políticos como Gilmar Gutiérrez (PSP) o Patricio Donoso (Creo) aseguran que en las anteriores elecciones no existió la suficiente apertura para transparentar ese proceso y que por ejemplo, nunca tuvieron acceso a un listado detallado.
Las dudas aumentan por informes elaborados por grupos como el PSP. Su equipo realizó un ejercicio de proyección del Censo del 2010 para establecer el número de ciudadanos habilitados para votar. Su conclusión fue que el registro electoral estaba ‘inflado’ y que no existía relación entre sus cifras y las otorgadas por el organismo oficial.
¿Cómo se conforma el registro electoral? Cada tres meses el Registro Civil remite una copia fresca al CNE, donde se actualizan los datos de cuáles son las personas que han cumplido 16 años -y tienen voto facultativo- y las que han fallecido, para que salgan del registro.
El presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, reconoció que hay inquietudes entre los actores políticos y que han existido imprecisiones debido a que estos no consideran para sus cálculos la nueva conformación del registro. Explicó, por ejemplo, que ahora se incluye en este grupo a las personas que tienen voto facultativo: jóvenes entre 16 y 17 años, mayores de 65 años, extranjeros residentes en Ecuador, miembros de las Fuerzas Armadas y ecuatorianos residentes en el exterior.
Gutiérrez asegura que no hay errores en su proyección y explica que, a más del Censo del 2010, se tomaron en cuanta los flujos migratorios, tanto de los ecuatorianos que han salido del Ecuador como de los extranjeros que han llegado y se han quedado. “Una elección confiable empieza por trasparentar el registro. Existe confusión en la depuración y no hay un procedimiento claro, eso genera desconfianza”.
Pozo ha mantenido dos reuniones con los grupos opositores. La primera ocurrió en noviembre del 2015, cuando él visitó la Asamblea para explicar su propuesta de reformas al Código de la Democracia.
Ahí, organizaciones políticas de oposición aprovecharon su presencia en la Comisión de Participación Ciudadana para entregarle el documento ‘Acuerdo nacional por unas elecciones transparentes’. La propuesta de estas organizaciones era que se estableciesen normas concretas que eviten usar recursos públicos en propaganda oficial, la depuración del padrón electoral, auditorías al sistema informático y procesos operativos. La siguiente reunión fue a finales de diciembre en la cual prácticamente no hubo cambios en las demandas.
Una de las primeras acciones concretas que exigirán los representantes de las organizaciones políticas de oposición será el tener un delegado permanente, tanto en la matriz del Consejo Electoral como en las delegaciones. Este supervisaría la elaboración de este registro electoral e iría de la mano con el organismo oficial durante las diferentes etapas del proceso.
“Vamos a realizar una veeduría permanente que significa la presencia física de nuestros delegados; debe gobernar el que más votos tiene, no el que cuenta más rápido”, dijo Donoso.
Pozo señaló que para las elecciones del 2017 la elaboración del registro electoral será transparente y que no hay nada que ocultar. “Las puertas están abiertas y los plenos son públicos, que nombren a sus delgados para que puedan ser parte de las auditorías”.
Fausto Camacho, vocero del Observatorio Electoral, considera que el CNE tiene una deficiencia y no ha tenido la decisión de administrar el registro electoral como le corresponde a este organismo: “El CNE no ha asumido responsablemente la administración del registro”.
Según las proyecciones del CNE, para los comicios del 2017 habrá un registro electoral de más de 13 millones de personas, lo cual es desde ya cuestionado por políticos.
Según los cálculos del PSP, para esas elecciones el número de ciudadanos habilitados para votar no debería superar los 10,2 millones y desde ya anuncian un padrón supuestamente inflado. “Eso significa que hay muertos que votan y vivísimos que votan dos veces”, dijo Donoso.