¿Cuál es su visión respecto a la información que necesitan los estudiantes de Comunicación para ejercer un buen periodismo?
Considero que es importante que el estudiante de Comunicación, sobre todo, tenga claro el contexto, porque vivimos en un nuevo mundo, global: el ciudadano es global, las organizaciones también lo son y, por lo tanto, el comunicador tiene que entender que la Comunicación es estratégica y transversal, y participa en todas las actividades del ser humano. Nosotros (en la Universidad SEK) también trabajamos muchísimo en la deontología de la profesión, es decir, el manejo de la ética, el ejercicio dentro de una escala de valores.
Dentro del tema de la ética que debe tener un profesional, ¿considera que una ley puede mejorar este aspecto en el trabajo periodístico?
No. Creo que tenemos que hablar de qué se está promoviendo con esta ley. Entiendo a este proyecto de ley como una confrontación del poder político y el poder mediático, y en esa confrontación se desinforma; genera agotamiento a la opinión pública, saturación. Además, hay que considerar que la opinión pública también autocensura a los medios cuando dice ‘ya no quiero escuchar más’. En este debate encuentro un error en el manejo del derecho a la libre expresión.
¿Cuál es ese error?
Por ejemplo, en el caso del Estado, defiende el derecho a la libre expresión como defensa a los ciudadanos, pero en el fondo está defendiendo su estabilidad. Y en el caso de los medios de comunicación defienden la libre expresión, pero en el fondo defienden el derecho a la iniciativa privada. Y en medio de esa confrontación de los dos estamos los ciudadanos que queremos defender nuestros derechos: a la libre expresión, a estar informados, a ser incluidos y visibilizados dentro de los medios. Creo que en este enfrentamiento no se está pensando en que el derecho a la libre expresión tiene un límite, que es cuando transgrede o violenta otros derechos.
¿Corremos el riesgo de que la audiencia se canse y ya no le importe qué tipo de ley se apruebe?
Estamos viendo eso. El Estado, desde su tarima, empieza a desmerecer al Gobierno, y los medios a desmerecer al Gobierno. El agotamiento está cuando en esa confrontación de poderes político y mediático no se está tomando en cuenta el pensamiento del quinto poder, que no es solamente la conformación de un consejo ciudadano, lo somos todas las audiencias, que de alguna manera estamos agotándonos de esa confrontación y ya no estamos participando ni siquiera en la recepción de lo que sucede dentro de ella, porque ya estamos cansados.
¿Cuáles han sido las inquietudes de sus estudiantes respecto al debate de la Ley de Comunicación?
Tenemos un debate democrático. Todos los docentes están encargados de trabajar eso desde que se inició el proyecto de ley; y hay chicos que dicen que los medios sí necesitan una Ley de Comunicación, especialmente en el campo de los contenidos, porque la mayoría de su programación es basura. Pero también se piensa que el Gobierno tampoco tiene derecho, a través de esa regulación, de controlar al medio, porque se está atentando contra el derecho a la libre expresión, y por lo tanto contra la democracia. La mayoría de estudiantes y docentes piensan que sí es necesario regular a los medios de comunicación, sobre todo en el manejo de imágenes, en el cual hay un abuso, porque se violenta la privacidad de las personas para la espectacularización de la noticia.
En el caso de que se apruebe una ley que demandara más autocontrol en los contenidos, ¿cuál es el desafío de una escuela de Comunicación para entregar profesionales que se adapten a esos principios?
Tendríamos que participar. Creo que en el Consejo de Comunicación no debe estar incluido el Gobierno. Si existe una ley, debe estar bien estructurada, y (en ese Consejo) sería fundamental la participación de las escuelas de Comunicación, un porcentaje de representantes y los medios y de organizaciones no gubernamentales. Tanto los medios como el Estado no han hecho una investigación sobre qué opinan las audiencias sobre los contenidos.
¿Cómo se ve a los medios desde la cátedra ? ¿Qué les hace falta?
El manejo de códigos de ética. El manejo de imágenes en la televisión no está reglamentada, y también es visible una falta de investigación de una noticia y buscar la verdad, en el sentido de que se debe poner en escena todo el contexto. Los chicos también están viendo muy mala calidad en los programas de televisión hay un contenido muy bajo, lo cual es grave porque son mediadores de la cultura.