Redacción Sociedad
El presidente Rafael Correa cuestionó las discusiones bizantinas (…) sobre si explotar o no el crudo del Yasuní, si de esos recursos depende mucho atender áreas como educación. Eso, ¿no contradice a lo que se pretende con la Iniciativa Yasuní-ITT?
Él habló en términos generales de la política del Gobierno en materia de uso y aprovechamiento de recursos no renovables. Pero no mencionó ni puso calificativos a la Iniciativa Yasuní-ITT, ya que es nuestra joya de la corona.
A propósito, ¿cuál fue la disposición del Presidente tras aprobar el fideicomiso?
Hizo recomendaciones sobre los flujos financieros, a la gobernanza y al mecanismo de toma de decisiones. Ahora tendrán representación los aportantes, la sociedad civil y el Gobierno. Este, a través de su delegado, tendrá el voto dirimente en las decisiones.
También se cambió el término donante por el de aportante. Eso, ¿no es lo mismo?
Hoja de vida
María Fernanda Espinosa
Es doctora en Geografía Ambiental. Fue canciller, representante permanente del Ecuador ante las Naciones Unidas en Nueva York; y, directora Regional para América del Sur de la UICN.
Hoy es ministra de Patrimonio Natural. Además, es candidata a la Secretaría Ejecutiva de la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas.
No es un cambio semántico, sino de concepción. En la Iniciativa se aporta, porque el sacrificio del pueblo ecuatoriano de dejar crudo bajo tierra es para el beneficio de toda la humanidad.
A cambio, ¿los aportantes tendrán algunos derechos?
Tendrán la posibilidad de interlocución para afinar los ámbitos de inversión: sistema nacional de áreas protegidas, control y combate a la deforestación, alivio de la pobreza en zonas circundantes al Yasuní, transición hacia una nueva matriz energética e inversión en ciencia y tecnología.
En el futuro, ¿los aportantes no reclamarán derechos sobre los recursos agua y la biodiversidad del Yasuní?
El derecho soberano de administración y manejo de los recursos naturales lo tiene el Gobierno, que representa al pueblo ecuatoriano. El anterior fideicomiso restaba soberanía al Ecuador sobre su derecho de autodeterminación y poder de decisión.
¿No hay el riesgo de que la priorización de inversiones termine respondiendo al clientelismo político?
Aquí no hay improvisación o clientelismo, sino un sistema de planificación y priorización de inversiones. La Senplades planificará y los ministerios de línea ejecutarán. Además, hay el plan nacional del Buen Vivir y un sistema de priorización y acuerdos sobre adónde irán los recursos.
Una vez que se firme el fideicomiso con el PNUD, ¿hay algún compromiso próximo por concretarse?
Hay compromisos en firme de varios gobiernos, pero estos esperan un mecanismo financiero y una cuenta para depositar. Alemania, España y Bélgica son los que tienen ofertas más concretas.
¿No es incoherente que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios apoyen a la iniciativa sobre moratoria petrolera?
Estos países saben que por las exigencias de la Convención de Cambio Climático necesitarán esfuerzos multiplicados para reducir las emisiones de CO2. Por eso quieren construir escenarios de economía pospetrolera, de allí su interés por la Iniciativa ITT.
Pero tras la gira por Irán, Emiratos Árabes y Turquía no hay nada concreto, ¿así no era mejor priorizar a los países más comprometidos?
Tras el apoyo de la OPEP, hay que ir a cada país miembro para concretar. Claro que se priorizará a los países europeos. Obviamente, al tener el fideicomiso, este catapultará las posibilidades de que ellos concreten sus ofertas.
Usted dijo que no hay un plazo desde la Presidencia, pero sí plazos internos
Esperamos a fines del 2010 concretar las ofertas de los países que ya se comprometieron. Si llegamos con fuerza antes de junio, lograremos que los países europeos incluyan los montos de apoyo en sus presupuestos fiscales. Eso hará que los primeros recursos tengamos fluyendo hacia el Fondo ITT en el 2011.
Por todo lo que ha avanzado el plan B, ¿este no resulta una amenaza?
El plan B no es una amenaza, sino una decisión responsable. Las intenciones de explotar el ITT se remontan a los años 60 y las plataformas de exploración se construyeron hace 20 años.
También hay denuncias de que hay intentos de modificar los límites del Yasuní
Solo el Presidente puede disponer esos cambios, pero él no tiene ninguna intención de hacerlo. Es irresponsable decir que se quiere modificar los límites del Yasuní.