El Coordinador de Ayuda Humanitaria y Actividades de Desarrollo de la ONU en Gaza, Robert Piper, advirtió hoy sobre la gravedad de las acusaciones israelíes a la ONG estadounidense World Vision International de transferir fondos a Hamás y pidió un juicio justo para su director.
Las organizaciones humanitarias en Gaza “proveen un salvavidas para 1,1 millones de palestinos. Las alegaciones difundidas la semana pasada por la Agencia de Seguridad de Israel contra el director de operaciones de World Vision en Gaza (Mohamed al Halabi) generan una seria preocupación para las organizaciones humanitarias que trabajan” en ese territorio, gobernado por el movimiento islamista Hamás.
“Desviar ayuda humanitaria de sus beneficiarios supondría una profunda traición de la confianza depositada en un gestor por los donantes y por quienes le emplearon. Todo el mundo pagaría un alto precio por esos actos: los beneficiarios y el más amplio esfuerzo de ayuda (internacional)”, señala Piper en un comunicado enviado hoy a los medios.
Si un proceso legal demuestra los hechos, estas acciones merecerán “una condena sin reservas”, indica el escrito, que añade que “los ciudadanos desmoralizados y vulnerables de Gaza merecen mucho más”.
“El señor Al Halabi tiene derecho a un juicio justo. La legislación internacional de derechos humanos exige que el proceso sea rápido, completo, independiente, imparcial y transparente”, pide la nota.
La imputación, el pasado jueves, del director en Gaza de World Vision y la acusación israelí de que ha desviado durante la última década más de 50 millones de dólares de la organización para apoyar actividades militares del brazo armado de Hamás, han supuesto un duro golpe para el mundo humanitario.
La ONG indicó en un primer momento que investigará las acusaciones y argumentó que no tiene motivos para darlas por ciertas.
Según informó hoy el diario israelí Haaretz citando fuentes de la ONG en Alemania, la suma de la que Israel acusa a Halebi de haber transferido a Hamás es muy superior al presupuesto de la organización en Gaza en la última década, por lo que no es posible que los datos, o al menos parte de ellos, sean ciertos.
Más de la mitad de la población de Gaza, bajo férreo bloqueo israelí apoyado por Egipto desde 2007, es dependiente de la ayuda humanitaria y la franja se encuentra, según el Banco Mundial, sumida en un colapso económico y con la mayor cifra de desempleo del mundo, superior a un 40 %