La ONU espera iniciar proceso de paz en 1 mes

Un refugiado camina en el campo conocido como La Jungla en Calais, Francia. Así pasaron la Nochebuena y la Navidad. Foto: Stephanie Lecocq / EFE

Un refugiado camina en el campo conocido como La Jungla en Calais, Francia. Así pasaron la Nochebuena y la Navidad. Foto: Stephanie Lecocq / EFE

Un refugiado camina en el campo conocido como La Jungla en Calais, Francia. Así pasaron la Nochebuena y la Navidad. Foto: Stephanie Lecocq / EFE

La ONU anunció su voluntad de iniciar el 25 de enero las negociaciones entre el régimen de Damasco y la oposición para poner fin a la guerra en Siria.

Esto, pese a la muerte de un importante jefe rebelde a manos del ejército sirio.

Zahran Allush, de 44 años, era el líder de Jaish al Islam (Ejército del Islam), el principal grupo armado de la región de la capital, apoyado por Arabia Saudita y a favor de las conversaciones de paz.

Su desaparición, según los expertos, supone un duro golpe para la sublevación contra el régimen de Bashar al Asad y una amenaza para las negociaciones de paz que deben iniciarse en Ginebra.

Para el experto Aron Lund, la muerte de Allush “podría afectar al proceso de paz, desestabilizando a Jaish al Islam y debilitándolo”. “Las negociaciones necesitaban una implicación por parte de extremistas como Zahran Allush para que fueran creíbles”, añadió.

El mediador de la ONU, Staffan de Mistura, anunció su intención de “intensificar los esfuerzos” con la idea de “comenzar las discusiones intersirias el 25 de enero en Ginebra”.

El régimen del presidente sirio Bashar al Asad había afirmado que estaba dispuesto a entrar en las negociaciones, a la espera de saber qué facciones rebeldes participarían.

El matiz es relevante, porque Damasco califica de “terroristas” a todos los grupos levantados en armas contra Al Asad, sin diferenciar entre rebeldes y yihadistas, de grupos como Al Nosra, rama siria de Al Qaida- o del Estado Islámico (EI).

En medio de estas negociaciones, los refugiados pasaron la Navidad en sus campamentos. Uno de estos y el más famoso es La Jungla, cerca de Calais, al norte de Francia.

En su mensaje de Navidad, el papa Francisco también apoyó los esfuerzos de paz en Siria y pidió “abundantes bendiciones” para las personas y Estados que acojan a migrantes”.

Y condenó los “atroces actos terroristas ” de los últimos meses. De hecho, el jefe de la Iglesia Católica condenó “los atroces actos terroristas” en Egipto, Beirut, París, Bamako y Túnez y denunció unas “atrocidades” que “provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros”.

El Sumo Pontífice aportó su apoyo a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que se esfuerzan por restablecer la paz en Siria y en Libia.

“Que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria”. Es urgente -dijo- que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos”.

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