Imágenes que parecen salidas de una película de terror fueron recopiladas por un periodista de la BBC, con una cámara oculta, en el Hospital Nacional de Salud Mental Federico Mora, en Guatemala. Ante esto, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en el país centroamericano, por medio de un comunicado, pidió que se tomen medidas para evitar las violaciones de derechos de los pacientes.
En este centro psiquiátrico residen 340 personas, de los cuales 50 son considerados como criminales violentos con problemas mentales. Chris Rogers, el periodista de la cadena británica, relata que algunos internos lucen ‘fuertemente sedados’ y descalzos; mientras que otros tienen un nivel mayor de descuido, sus cuerpos desnudos están sucios y cubiertos de sus propios desechos. “Ellos parecen más prisioneros de un campo de concentración que pacientes”, escribe.
Rogers también retrata el estado de las habitaciones, cuyas camas están en condiciones precarias y se percibe el hedor producto de orina y heces. Además identificó que en lugar se cometen violaciones sexuales a las pacientes.
El periodista no es el primero en denunciar estos hechos, el grupo Derecho Internacional para la Discapacidad (DRI) presentó un reporte en 2012, en el cual se calificaba las instalaciones del Hospital como “las más peligrosas que nuestros investigadores han visto en el continente americano”. Otro de los aspectos que preocupan son las celdas de aislamiento.
Con la publicación del reportaje, el gobierno de Guatemala se comprometió a iniciar investigaciones internas y precisó que ha iniciado un proceso de mejoramiento del sistema de atención a la salud metal en el país.
Además, la organización de la ONU urgió al Estado para que se aceleren las investigaciones de las denuncias y se determinen los responsables para las respectivas sanciones, según el portal de Radio ONU. En esta misma línea, hizo un llamado para que se apliquen las medidas que garanticen los derechos de los pacientes del Federico Mora. Asimismo, recalcó la necesidad de separar a los pacientes que están por orden judicial del resto.