Kabul, DPA
Un total de 2 412 civiles afganos murieron en Afganistán en todo 2009, una cifra récord desde la caída del régimen talibán en 2001, informó hoy la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA).
El número de víctimas implica un incremento del 14 por ciento en relación con la cifra del año anterior, agregó la UNAMA, que responsabilizó a insurgentes como los talibanes del 67 por ciento de las muertes. Un 25 por ciento de las civiles muertos se debe por otro lado a operaciones militares de las fuerzas internacionales.
El ocho por ciento restante no puede ser atribuido a ninguna de las dos partes, según la UNAMA. El número de civiles muertos por atentados y ataques de los rebeldes se incrementó así en un 40 por ciento, mientras las muertes causadas por las fuerzas de seguridad locales e internacionales se redujeron en un 28 por ciento.
Del último porcentaje, correspondiente a casi 600 personas, el 60 por ciento murió por ataques aéreos como el ordenado por el Ejército alemán el pasado septiembre en Kunduz.
La UNAMA apuntó que los insurgentes causan tres veces más muertes que las tropas gubernamentales entre la población civil.
La responsable de la UNAMA para derechos humanos, Norah Niland, criticó, por otro lado, que el general estadounidense Stanley McChrystal, líder de las tropas de la OTAN en Afganistán, haya concentrado fuerzas militares en áreas muy pobladas, algo que “incrementa el riesgo al que hacen frente los civiles”.
Según Niland, 2009 no fue únicamente el año más mortal para la población civil en Afganistán, sino también un periodo en el que “el conflicto se intensificó y se extendió a áreas consideradas previamente como seguras”.
Pero el año pasado no fue sólo el año con más muertes civiles, sino también el de más bajas para las tropas internacionales. Según la página web independiente icasualties.org, que contabiliza los muertes de militares en Afganistán, en 2009 murieron más de 450 soldados extranjeros en el país. Un año antes la cifra había sido de 264.