Para este miércoles 26 de diciembre se espera que culmine el periodo de aguaje máximo, que se inició el pasado 23. Foto: Bolívar Velasco / EL COMERCIO
El fuerte oleaje que generó daños en algunas localidades de la Costa ecuatoriana ha empezado a cesar. Su intensidad es mucho menor en comparación con el impacto registrado entre el 21 y 23 de diciembre pasados, según informó el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar).
De igual manera, el periodo de aguaje que coincidió con el arribo de olas del norte del Pacífico también concluye este miércoles 26 de diciembre de 2018. Con esto, el nivel el mar volverá a su normalidad.
Estos fenómenos causaron una reducción del flujo de turistas durante el feriado de Navidad. Las banderas rojas, que advertían corrientes de resaca y un mar agitado, fueron colocadas en playas de Esmeraldas, Manabí y Santa Elena.
El comandante Edwin Pinto, subdirector técnico del Inocar, indicó que, de acuerdo a las proyecciones, se espera que en esta semana y para el feriado de Fin de Año no se reporten afectaciones por aguajes ni oleajes fuertes.
Sin embargo, el monitoreo continúa. “A partir del 2 de enero podría empezar otro periodo de oleajes. Pero estamos todavía monitoreando con qué intensidad afectaría a las costas del Ecuador y daremos aviso cuando estemos más cerca de esa fecha”.
Pinto recomienda a los viajeros tomar precauciones, estar atentos al comportamiento del mar y a los avisos que generan las autoridades.
El oleaje y aguaje que comenzaron el pasado viernes dejaron 574 personas afectadas, según informó el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. 58 afectados fueron trasladadas a hogares acogientes, temporalmente.
En cuanto a infraestructura, 135 viviendas resultaron afectadas, diez fueron destruidas y 60 establecimientos turísticos reportaron daños por la fuerza del mar. Las localidades afectadas fueron los cantones Eloy Alfaro, Atacames y Muisne, de la provincia de Esmeraldas; Pedernales y Jama, en Manabí; y Santa Rosa en El Oro.
La directora de Gestión de Riesgos, Alexandra Ocles, indicó este miércoles que se emprenderá un plan de recuperación. Durante una entrevista radial, enfatizó que una de las lecciones aprendidas es la necesidad de hacer respetar la fila de playa por parte de los Gobiernos Autónomos Descentralizados.
“Hay que trabajar en planes de ordenamiento territorial. La planificación adecuada es primordial para salvaguardar la vida de los ciudadanos”, aseguró.
Los Comités de Operaciones de Emergencia de Esmeraldas y Manabí continúan activos. Estos resolvieron mantener el perifoneo desde las sirenas del Sistema de Alerta Temprana (SAT), con el mensaje de bandera roja, conforme al pronóstico del Inocar.
Los trenes de olas que llegaron al Litoral desde el Pacífico Norte tenían una energía superior a la usual al romper en la playa. Su efecto ocasionó desbordamientos en malecones, aumentó de la erosión y sedimentación en ciertas zonas, y generó corrientes de resaca. Según reportes del Inocar, desde hoy se prevé el arribo de olas provenientes del Pacífico Norte y Sur.
Los aguajes, en cambio, se registran de manera cíclica, aproximadamente cada 14 días. Se originan por la atracción gravitacional que ejercen el sol y la luna sobre el planeta durante las fases de luna llena y luna nueva.
Este efecto genera un incremento y descenso del nivel el mar fuera de lo normal. El Inocar explica que los aguajes máximos, como el reportado en esta semana, se producen cuando coincide una fase de luna llena o nueva con una mayor cercanía de la luna a la Tierra.