Los 18 candidatos a la Alcaldía de Quito en estas elecciones seccionales 2019.
Presupuesto. Esa es la palabra que poco acompaña a las ofertas contenidas en los planes de trabajo de los candidatos a la Alcaldía de Quito.
La que más se le acerca es “planificación”, aunque aparece a la cola de las 50 más usadas en esos documentos, algunos de los cuales incluyen mapas conceptuales o presentaciones propias de conferencias.
El dato se desprende de un análisis de minería de textos, basado en las propuestas que remitieron a este Diario 17 de los 18 aspirantes a suceder en el cargo al actual burgomaestre, Mauricio Rodas.
Para el trabajo se utilizaron técnicas de medidas numéricas que establecen cuán relevante es un término para un documento (Tf-idf, por sus siglas en inglés). Es decir, cuál es el que más se repite.
Siete de los 18 candidatos a la Alcaldía de Quito participaron el jueves 7 de marzo del 2019 en un encuentro para presentar propuestas. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO.
Su autor es Sebastián Vallejo, experto en campañas electorales y con estudios de doctorado en la Universidad de Maryland (EE.UU.); él determinó que todos los candidatos hablan de transporte y movilidad.
Este Diario verificó que si bien la mayoría de los candidatos reconoce que más de la mitad de los recursos de la ciudad está comprometida para la construcción del Metro, no plantean alternativas definidas para financiar los proyectos que promocionan.
El coordinador de la veeduría por la Democracia, César Ulloa, y Boris Cornejo, de la fundación Esquel, concuerdan en que los planes presentados están llenos de “lugares comunes, del marketing político o de lo que dicen las encuestas sobre lo que la gente quiere oír”.
“Son muy pocos candidatos los que presentan planes en función del presupuesto con el que cuentan”, señala Ulloa.
Cornejo sostiene que eso se repite en ciudades como Guayaquil o Ambato, en donde Esquel ha organizado foros con los aspirantes, a quienes divide en dos: los que no tienen una trayectoria política y los que solo buscan “llamar la atención” en los comicios.
En la práctica, según los expertos, los planes de trabajo solo son un requisito que deben cumplir los candidatos para su inscripción ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que no son objeto de un control de calidad o revisión.
En su artículo 97, el Código de la Democracia estipula que esos documentos deben contener el diagnóstico sobre la situación de la ciudad o provincia; objetivos generales y específicos. Además del plan de trabajo plurianual, en el que se establecerán propuestas y estrategias; y mecanismos de rendición de cuentas.
En ese sentido, el Instituto de la Democracia elaboró un formato al que debieron ajustarse esas propuestas.
José Cabrera, integrante del CNE, sostuvo que ese insumo sirve “para promover un voto consciente e informado, pues conoce cómo ve el candidato los problemas y las soluciones que plantea”.
Sin embargo, Cornejo recuerda que esos planes solo se quedan en “declaraciones o promesas de los candidatos”. En el caso de los alcaldes, señala que solo si resultan electos deben presentar un plan de desarrollo o plan de trabajo, de cuyo seguimiento se encargan los concejos municipales y la Contraloría del Estado.
El Consejo de Participación Ciudadana tiene entre sus atribuciones hacer un seguimiento del tema. Mientras, la ciudadanía puede acogerse a mecanismos como la Silla Vacía o la revocatoria de mandato, en caso de incumplimiento.