La OEA aprueba una declaración de apoyo al diálogo en Venezuela

La OEA apoyó una declaración en la que se pide al gobierno de Nicolás Maduro continuar con el diálogo en Venezuela, respetar la separación de los poderes y liberar a los presis políticos. Foto: EFE

La OEA apoyó una declaración en la que se pide al gobierno de Nicolás Maduro continuar con el diálogo en Venezuela, respetar la separación de los poderes y liberar a los presis políticos. Foto: EFE

La OEA apoyó una declaración en la que se pide al gobierno de Nicolás Maduro continuar con el diálogo en Venezuela, respetar la separación de los poderes y liberar a los presis políticos. Foto: EFE

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy 16 de noviembre del 2016 en sesión extraordinaria una declaración de apoyo al diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en Venezuela.

La declaración, presentada por Argentina, Brasil, Canadá, Honduras, Estados Unidos, México, Costa Rica y Perú, salió aprobada con las abstenciones de Nicaragua, Ecuador, República Dominicana, El Salvador, Haití, San Vicente y las Granadinas, y Bahamas, así como las ausencias de Bolivia y la propia Venezuela.

La declaración aprobada hoy alienta "al Gobierno y a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a alcanzar resultados concretos en un plazo razonable para poner fin a la difícil situación que atraviesa Venezuela".

Además, subraya "la necesidad de que las autoridades constitucionales y todos los actores políticos y sociales actúen con prudencia y eviten cualquier acto de violencia o amenazas al proceso en marcha".

El Gobierno venezolano y la opositora MUD iniciaron el pasado 30 de octubre un proceso de diálogo con el auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del Vaticano para tratar de aliviar la crisis política, social y económica que atraviesa el país.

El secretario general adjunto de la OEA, Néstor Méndez, leyó un mensaje del secretario general, Luis Almagro, que se encuentra de viaje de trabajo en Europa, tras la aprobación de la declaración.

"Esperamos que la mediación del Vaticano en Venezuela restituya la separación de poderes, los derechos electorales del pueblo y el respeto a la Constitución", apuntó Almagro en su mensaje.

Resaltó, además, "que resulta imperativa la pronta liberación de todos los presos políticos, la agilización de los procesos electorales anteponiendo el derecho de la gente al voto y la implementación del canal humanitario".

Venezuela abandonó la sesión desde un principio al denunciar un "acoso" al Gobierno de Maduro por parte de algunos países de la OEA.

La representante alterna de Venezuela Carmen Luisa Velásquez de Visbal dijo que su Gobierno "no puede permitir que se opine sobre los asuntos internos del país".

En paralelo, la delegación emitió un comunicado en el que denuncia que la reunión "se realiza sin el conocimiento ni el consentimiento de Venezuela", por lo que la enmarca en una "conducta intervencionista" del grupo de Estados convocantes.
Venezuela tuvo el apoyo de sus aliadas Nicaragua y Bolivia.

La delegación de Nicaragua denunció la conducta "injerencista" de los Estados que han convocado la reunión, mientras que la misión de Bolivia calificó la sesión de "apócrifa, ilegal e ilegítima" antes de retirarse y abandonar la sala.

El embajador mexicano ante la OEA, Luis Alfonso de Alba, defendió que el "único objetivo" de los promotores de la declaración era "apoyar el diálogo" en marcha entre el Gobierno y la oposición de Venezuela.

En el mismo sentido se pronunció el embajador de Argentina en la OEA, Juan José Arcuri, quien defendió el espíritu "constructivo" del texto, que describió como "una mano tendida" a Venezuela y a su pueblo, y lamentó que el organismo "no esté presente" en la mediación del diálogo.

Además, defendió que la OEA "no ha sido obstáculo bajo ningún punto de vista" para el diálogo en Venezuela, después de que la representante venezolana dijera que el diálogo avanza "a pesar" de la Organización.

El representante interino de Estados Unidos Kevin Sullivan dijo que los países que la propusieron consideran que tienen "el deber" de apoyar el diálogo y que este es "un deber que no se puede postergar ni dejar de lado".

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