Ocho provincias afectadas por las lluvias

Las labores de limpieza en la vía Méndez-Limón, en Morona, continuaron ayer. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

Las labores de limpieza en la vía Méndez-Limón, en Morona, continuaron ayer. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

Las labores de limpieza en la vía Méndez-Limón, en Morona, continuaron ayer. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO

El inicio tardío de la época lluviosa se ha sentido con fuerza en la Sierra y Amazonía. En lo que va del mes las precipitaciones se han concentrado en el Austro (Azuay, Loja y Morona Santiago), aunque en Pichincha, Loja, Carchi, Imbabura y Chimborazo también han ocurrido aguaceros fuertes (ver gráfico).

En estas provincias se rebasaron los niveles pronosticados para todo noviembre.

Wladimir Arreaga, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explicó que la estación debió empezar en octubre y que la acumulación de nubosidades, más la humedad en el ambiente, provocaron las lluvias intensas de estos días.

En las últimas dos semanas, las provincias del Austro han soportado emergencias graves por deslaves y crecida de ríos, que dejaron pérdidas humanas y daños materiales. Lo más trágico ocurrió el sábado en el cantón Limón Indanza, de Morona Santiago.

Un alud enterró cinco casas y a nueve personas. Para la Zonal 6 del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos ha sido la tragedia más grave de los últimos 10 años en ese sector.

Ayer se realizó una inspección en la cima de la montaña que colapsó, en el barrio La Florida, de la cabecera cantonal. Tras una evaluación se determinó que el deslizamiento ocurrió por la deforestación de la montaña y por el tipo de suelo arcilloso. Las tareas de limpieza también continuaron.

La zona más afectada se declaró inhabitable. Las 16 familias perjudicadas que fueron evacuadas seguirán en viviendas de familiares y vecinos, hasta que terminen las obras y se descarten nuevos riesgos.

Los habitantes de la comunidad de Padrehurco, en el cantón azuayo de Paute, también vivieron una emergencia la noche del 19 de noviembre, por la crecida del río Cutilcay que provocó deslizamientos. Se identificaron cinco viviendas con daños estructurales y las familias fueron evacuadas.

Otros perjuicios recurrentes por lluvias ocurren en las vías Gualaceo-Limón (Ingamullo) y en El Descanso-Gualaceo-Paute (cerro Tahual), por fallas geológicas. Allí hay constantes bloqueos por rocas que se desprenden de los taludes.

El Ministerio de Transporte y Obras Públicas realiza trabajos de estabilización en El Tahual, pero desde hace cuatro días esta vía, que solo se cerraba en las noches por seguridad, ahora está cerrada al tránsito permanentemente.

La vía Loja-Zamora es otro caso recurrente de bloqueo en invierno. La primera emergencia se vivió hace 15 días por la crecida de la cascada Velo de Novia, que da hacia la carretera principal. La vía permaneció cerrada una noche.

Las lluvias también generaron problemas en Carchi, en la Sierra norte del país. La tarde del sábado se anegaron varios sectores de Tulcán.

Según el ECU-911, el aguacero acompañado de granizo inundó varios barrios. En ocho sectores, incluso colapsó el sistema de alcantarillado.

Las precipitaciones causaron inconvenientes en el barrio El Charco y el sector del río Carchi, en la parroquia de Tufiño (Tulcán). Solo hubo daños en enseres.

El temporal también ha sido intenso en Chimborazo. Un aluvión destruyó dos viviendas y dejó damnificadas a nueve personas, quienes desde la semana pasada permanecen en hogares acogientes.

Los cantones Cumandá y Pallatanga suelen ser los más afectados por las lluvias. Por eso se realizaron obras preventivas como dragado de ríos y estabilización de taludes.

La lluvia también ha causado estragos leves en Sigchos, La Maná, Pujilí y Pangua, de Cotopaxi. “Hay varias parroquias que tienen problemas con el invierno, pero se han hecho obras preventivas”, afirmó Diego Molina, director de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Prefectura.

Las primeras acciones se ejecutaron en Mulaló y Joseguango Bajo. Allí, las lluvias ocasionaron deslaves en vías secundarias que ya fueron habilitadas. Molina dijo que cuentan con dos equipos para enfrentar deslaves y desbordamientos.

Arreaga prevé que la actual estación se prolongue hasta marzo del próximo año.

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