La elaboración de la rosca o roscón gigante se inició el 2 de enero del 2019, en jornadas de hasta 14 horas. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Después de 8 años se retomó en Guayaquil la elaboración de la rosca de Reyes más grande del Ecuador.
A las 09:00 de este domingo 5 de enero del 2019, unos 15 chefs se ubicaron en los bajos del árbol de Navidad ubicado en el Malecón Simón Bolívar, centro de la ciudad, para realizar la decoración de este típico dulce que se consume por el Día de Reyes.
La elaboración de la rosca o roscón gigante se inició el 2 de enero, en jornadas de hasta 14 horas, contó Carlos Ramírez, gerente de Panadería California.
Un equipo de casi 80 personas se encargó de la mezcla de los ingredientes (harina, agua, mantequilla y yemas de huevo) hasta obtener la masa madre. Luego de un proceso de casi 36 horas se obtuvo una gigante masa de ocho metros de diámetro, unos 64 metros cuadrados en forma redonda, 65 centímetros de ancho y una altura aproximadamente de 25 centímetros.
“Debido a la complejidad de la preparación, decidimos iniciar antes y traer la rosca por pedazos para solo decorarla”, dijo Ramírez.
El tono café de la superficie del pan, las coloridas frutas confitadas, las nueces y el centro relleno de manjar atrajeron a los turistas y personas que transitaban por el centro de la ciudad. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
El equipo de chefs colocó las partes con mucho cuidado en mesas ubicadas en forma circular. Cada uno tenía una función: dos de ellos se encargaron de partir por la mitad la rosca y colocar el manjar de dulce de leche; otros, en cambio, colocaban la crema pastelera, higos, azúcar impalpable y cerezas en la superficie.
A las 10:00 la rosca estuvo lista. El tono café de la superficie del pan, las coloridas frutas confitadas, las nueces y el centro relleno de manjar atrajeron a los turistas y personas que transitaban por el centro de la urbe.
Leopoldina Gonzabay llegó a las 10:15 al Malecón en compañía de su esposo para degustar de la rosca. Ella escuchó a través de la radio que se iba a realizar esta actividad y decidió asistir desde temprano. “Es una tradición que festeja al Niño Dios y que reúne a la familia”, dijo. La mujer de 66 años compró cuatro porciones de la rosca, valoradas en USD 1,25 cada una, para compartir con su esposo.
Para Roberto Cacao es una iniciativa que se debe mantener anualmente. “Luego de la misa del primer domingo vine a compartir con amigos y familiares la rosca tradicional de frutas confitadas y chocolate caliente“.
El gerente de Panadería California indicó que la actividad se mantendrá todo este domingo, hasta que se “venda el último pedazo de rosca”. Tentativamente, las carpas se mantendrán en el Malecón hasta las 22:00