La lógica de los números redondos obliga a mirar el mundo desde los ciclos. Y este día, el Ecuador político ajusta uno en el que el correísmo bate muchas marcas.
Su Presidente, con 8 años en el poder, es el que más tiempo ha gobernado el país de forma consecutiva, pues ha ganado elecciones como ningún otro político en el pasado. Sus ministros son los de más larga gestión de toda la historia.
Hoy se cumplen 8 años de un estilo de gobierno cerrado a cualquier proceso de fiscalización.
El control de todos los poderes es otra marca inédita que se registra hoy en el Ecuador. Es un período cuyo gobierno, además, administró la mayor cantidad de recursos económicos en relación a cualquier otro de la historia: USD 228 mil millones.
Con el de esta tarde, Alianza País se consolidará también como el movimiento que más festejos ha organizado desde el poder.
Muchos de estos, con los recursos estatales que salen de nuestros impuestos.
Sin embargo, los 8 años que se ajustan hoy también sirven para hablar del marcado deterioro que la oposición política, como institución básica de la convivencia democrática, ha experimentado.
Los partidos y agrupaciones políticas, que dicen enfrentar al correísmo, llegan a este 15 de enero sin ningún plan sólido a futuro.
No hay estrategia alguna que depare una legítima pelea, tan sana e indispensable, para la convivencia de lo público.
Los grupos que se entusiasmaron por la revolución ciudadana, en el 2007, han sido apartados del poder y colocados, por el gran elector, en la orilla de otros partidos que agonizaban entonces.
Y a pesar de que el estilo del actual Gobierno muestra que la visión para gobernar perdió su sustancia ideológica (¿alguna vez la tuvo?), las oposiciones siguen entrampadas en sus recelos internos y en sus egoísmos poco estratégicos. Mientras el correísmo celebra 8 años de éxitos (¿los próximos 3 años también los serán?), la oposición, en su conjunto, demuestra que ella muy poco ha cambiado.