Redacción Loja
Siete horas y media tomó a Maruja Torres (66 años) buscar la medicación para su esposo, Antero Carreño (67 años), que está convaleciente de un derrame que afectó sus extremidades. Los esposos viven en Chaguarguayco, una comunidad rural apartada del centro poblado de Pindal, en Loja.
La suerte de esos esposos es compartida con otras 15 familias de ese barrio, y de otro centenar que están apartados a los centros poblados de Pindal, Celica, Puyango y Zapotillo. Estas son las cabeceras de cuatro cantones comunicados por la vía que conduce hacia la frontera con Perú.
Las 50 000 personas que habitan esa zona fronteriza abrigan la esperanza de mejores días con la reconstrucción de la vía Alamor-Lalamor (85,5 km).
El contrato para esta obra que es parte del Eje Vial 2 de integración fronteriza con Perú (Arenillas-Sullana) se firmó en octubre de 2008 con la Constructora del Sur (Cosurca). El monto del trabajo fue de USD 29,09 millones.
Pero su destino estuvo envuelto en la polémica por la vinculación de Fabricio Correa, hermano del presidente Rafael Correa en contratos con el Estado. También por la compra de la empresa lojana Cosurca a través de la firma panameña Internacional Energy Overseas Corporation.
En nueve meses de trabajo, Cosurca colocó 61 máquinas y avanzó en el movimiento de tierra en el 90% de los tramos Pindal-Zapotillo y Zapotillo-Lalamor. También colocó una sub-base en el área ampliada a los costados de la vía y construyó los estribos para cinco de los puentes previstos y una variante de 17 km de vía con algunos tramos de sub-base desde Zapotillo a Lalamor.
El supervisor del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) en Loja, Luis Ludeña, calcula que el avance físico es del 18% y el económico del 35%. Pero desde el pasado 10 de septiembre la obra está paralizada por decisión del Gobierno de suspender los contratos entre el Estado y Fabricio Correa.
Actualmente, parte de la maquinaria, incluida una trituradora moderna con capacidad para producir hasta 300 toneladas de agregados por hora, se mantiene paralizada en el campamento cercano al sitio Saucillo.
Según el Superintendente de obra de Cosurca, Manuel Ruilova, esa maquinaria es la mitad del equipo que se utilizó en la obra. El resto fue destinado a otros trabajos, entre ellos la construcción de un Sifón para el canal de Riego Zapotillo en esa misma zona.
De acuerdo con Ruilova, la empresa está a la espera de la liquidación del contrato. “Actualmente se está reuniendo toda la información respecto a los avances de la obra para dicha cancelación”. Hasta la actualidad, Cosurca no ha recibido el pago de ninguna planilla. De acuerdo con Ludeña, esto se concretará una vez que esté lista la liquidación.
A la constructora se le entregó el 50% del monto del contrato como anticipo y se requiere saber si esa cantidad ya está devengada con el avance físico. Para el saldo aún se espera que el MTOP disponga oficialmente la liquidación. Ludeña cree que esto pudiera concretarse este mes. De ahí se podrá sacar nuevamente a licitación.
Temor por el invierno
La paralización de la obra generó un impacto social en los cantones fronterizos debido a que alrededor de 300 pobladores se quedaron sin empleo.
El alcalde de Zapotillo, Ramiro Valdivieso, presentó una carta al Presidente de la República, conminando a que se vuelva a contratar urgentemente la vía.
El movimiento de tierra en la mayor parte de la vía, la falta de alcantarillas y puentes en quebradas ahora secas pone en riego el ingreso de vehículos.