Nuevas obras en San José de Monjas, en el sur de Quito, con los presupuestos participativos

Los moradores del barrio San José de Monjas cuentan con un parque que tiene áreas verdes, juegos infantiles, máquinas para hacer ejercicios, camineras, etc. Foto: Ivonne Mantilla / EL COMERCIO

Los moradores del barrio San José de Monjas cuentan con un parque que tiene áreas verdes, juegos infantiles, máquinas para hacer ejercicios, camineras, etc. Foto: Ivonne Mantilla / EL COMERCIO

Los moradores del barrio San José de Monjas cuentan con un parque que tiene áreas verdes, juegos infantiles, máquinas para hacer ejercicios, camineras, etc. Foto: Ivonne Mantilla / EL COMERCIO

Con música y baile, la mañana de este 1 de febrero del 2018, en el barrio San José de Monjas, en el sur de Quito, se inauguraron varias obras como la remodelación y ampliación de la Casa Barrial, el adoquinado del pasaje AE17c y la entrega del renovado parque infantil que beneficiará a 500 familias que habitan en el sector.

Estas obras se realizaron con los presupuestos participativos que se priorizaron en el 2017, a través de las necesidades de los moradores del barrio San José de Monjas, con una inversión de USD 50 000.

Mauricio Rodas, alcalde del Distrito Metropolitano, explicó que las obras que se entregaron hoy forman parte de las 75 obras de presupuestos participativos que pertenecen a los barrios de la Administración Manuela Saénz, con una inversión que asciende a los USD 1 877 000.

"Son estas pequeñas obras que han sido anheladas por los vecinos por muchos años, tras 20 años se construyeron estas obras", dijo Rodas

El parque contará con áreas verdes, juegos infantiles, máquinas para hacer ejercicios, camineras, etc.

Andrea Guanoluisa, moradora del sector, recuerda que el parque, que hoy se inauguró, era una quebrada. "Ahora el parque cuenta con juegos infantiles que permitirá la recreación de niños, jóvenes y adultos", añadió.

Por su parte, María Almeida disfrutó de la ampliación de la casa comunal porque junto con las vecinas podrán participar de las clases de bailoterapia.

"Ahora la casa comunal es más amplia y podemos realizar varias actividades de una manera más cómoda y segura", explicó.

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