Redacción Cuenca
La zona de amortiguamiento del Parque Nacional Cajas (PNC) está amenazada. En los últimos cinco años se detectaron más de 100 infracciones que atentan contra la biodiversidad, fuentes hídricas y el suelo.
Una indagación realizada por la Dirección Regional del Ministerio del Ambiente (MA) determinó que en 72 casos hubo sanción, pero que en la mayoría no se hizo cumplir la multa por parte de las entidades municipales (Control Urbano, comisarías…).
Por mencionar un caso. Hay una orden de desalojo a un poblado indígena ubicado cerca de Dos Chorreras, pero ningún departamento municipal hace cumplir, según el director regional, Franklin Bucheli.
Lo mismo ocurre con la apertura de la vía Tres Cruces-Patul-Baute y la construcción de edificaciones en Chuspipuñuna. En la zona de amortiguamiento trabajan albañiles levantando viviendas y centros turísticos. Bucheli calculó que hay más de 20 casas nuevas.
El problema más reciente se dio en la vía Cuenca-Molleturo, sector Dos Chorreras. La apertura de una vía carrozable de 8 kilómetros, que va a la laguna de Yanacocha, en Paguancay (Cañar), dañó flora y fauna.
En este caso, la semana anterior el Ministerio del Ambiente impuso USD 59 800 de multa a Lupercio Naranjo Soliz, presunto responsable de esta acción y propietario de un predio de 60 hectáreas en Paguancay.
En 2007, la Comisaría Ambiental del Municipio cuencano multó a Naranjo con USD 1 500 y detuvo la apertura de la trocha que se hacía sin permiso. Pero los trabajos continuaron.
El impacto ambiental es evidente. A lo largo de la nueva vía se retiró la cobertura herbácea y se reemplazó por piedras. Ese ecosistema actúa como esponja para retener el agua que, de forma natural, drena a las escorrentías, lagunas y riachuelos.
Para Oswaldo Encalada, director del PNC, el daño ecológico es importante porque se afectaron amplias extensiones de humedales que generan el 60% del agua para Cuenca. Se destruyeron árboles de Polylepis, Guabisay, Pichul, Sarar, orquídeas…
También el hábitat del conejo de páramo, venados, curiquingue, mirlos, tordos, colibríes…
Buchelli tiene múltiples reparos a la adjudicación del predio a Lupercio Naranjo en Paguancay. Desde 1968 esa área fue declarada Bosque y Vegetación Protectora. La solicitud para la adjudicación fue hecha el 11 febrero de 2005 al Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA).
Dos días después se presentó el detalle del levantamiento de información de las 60 hectáreas. Se estableció que hay pastizales, casas, cultivo de truchas…
Ahora, Wilson Solís, de la Secretaría de Transparencia de la Administración Pública, inició una investigación al proceso y a los funcionarios que facilitaron esa adjudicación.
Según Felipe Mendieta, director (e) del INDA, de haber irregularidades en la adjudicación se devolverá el predio al Estado.
De forma paralela, por presumirse el cometimiento de un delito ambiental (destrucción de biodiversidad) el caso se derivó a la Fiscalía Ambiental de Azuay.
Pero en su comparecencia al proceso, Naranjo negó ser el autor.Por orden de la Subsecretaría de Obras Públicas se colocaron obstáculos en la vía abierta para impedir el ingreso de vehículos. Después se repondrá la capa vegetal para recuperar la zona y los cauces de agua.
El páramo es vital
Los páramos son sistemas naturales complejos y variados de alta montaña. Están por encima del límite superior de los bosques alto andinos.
Su función principal es convertirse en fuentes de agua. Sirve al almacenamiento de CO2 y es soporte de biodiversidad.
La vegetación tiene musgos, pajonales, mortiño, chilco… Estas ayudan a la regulación y captación de agua.