Los obispos ecuatorianos se pronunciaron ayer (20 de agosto) en favor de “una paz sólida ante la delicada situación política, social y económica que vive nuestro país”.
En un comunicado, expresaron que como ciudadanos y en su tarea de orientar las conciencias de los ecuatorianos, “nos vemos en la necesidad de pronunciarnos en favor de una paz sólida, a la vez que animamos a que todos los sectores sociales se conviertan en sus artesanos, para construirla juntos”.
“Las manifestaciones de violencia física o verbal, vengan de donde vengan, siempre serán la vía incorrecta para conseguir el verdadero diálogo, muchas veces no deseado por todos; un diálogo garantizado por la escucha respetuosa y atenta de la postura discordante y que busque un compromiso, aunque este no siempre sea el más agradable”, enfatizaron.
Aseguran quien dialoga busca llegar a un acuerdo “y está dispuesto a tomar lo positivo de quien piensa distinto para hacer las correcciones necesarias, siempre en aras de los intereses más altos de la estabilidad y la convivencia social”.
Recordaron que el Papa Francisco, en su reciente visita, animó a los ecuatorianos a encontrar en el Evangelio las claves que les permitan afrontar los desafíos actuales, “valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones, para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo se consoliden y garanticen un futuro mejor para todos. Este es el compromiso de la Iglesia, servidora del pueblo ecuatoriano que se ha puesto de pie con dignidad”.
Asimismo, exhortaron a los ciudadanos en general que atiendan a las orientaciones que puedan dar los entes competentes ante una eventual manifestación natural del volcán Cotopaxi, y así correr el menor riesgo posible, salvaguardando, sobre todo, la integridad de las personas, ayudándolas con espíritu de solidaridad.