El presidente de EE.UU., Barack Obama, regresó ayer a Washington con una tarea más en su ya apretada agenda: la renovada lucha contra el terrorismo tras el frustado atentado aéreo en Navidad, que no solo trastocó sus vacaciones en Hawái, sino que le ha obligado a reelaborar su lista de prioridades políticas en un país sobre el que vuelve a planear la amenaza terrorista.
El Mandatario no tenía prevista ninguna aparición pública tras su arribo ayer s a media mañana local en Washington, aunque su portavoz adjunto, Bill Burton, reveló que a lo largo del día escuchará informes de la CIA y se reunirá su con asesor jefe en antiterrorismo, John Brennan.
Hoy asistirá a una reunión de alto nivel, después de recibir el último día de 2009 un informe preliminar sobre los fallos de seguridad en el intento de ataque ocurrido en el vuelo Amsterdam-Detroit en Navidad. Reuters