Talvez este titular se pasa un poquito -no más- de tono, pero lo cierto es que ese gran ciudadano -Obama- tuvo estos días un pésimo primer aniversario. Todo se le vino encima. No solo bajó del 80 al 57% en popularidad sino que prácticamente su plan estrella- la reforma del seguro de salud para beneficiar a 30 millones de ciudadanos- está casi abandonado. Todo comenzó bien en enero de 2009, pero paulatinamente el panorama se fue dañando y -cuando llegó el ‘cumpleaños’- perdió una elección crucial y singular. Fue para elegir un solo senador en Massachutess, un estado en el que, al cabo de 52 años de triunfos demócratas, fue elegido un fanático republicano que cambió la mayoría.
Está pesando, según cuentan los comentarios periodísticos, la derecha extremista republicana que perdió en las urnas y cree que Obama es un “izquierdista salido del armario”. El primer presidente negro llegó a la Casa Blanca con problemas muy serios, entre ellos dos guerras y una grave crisis económica. Dio pasos interesantes. Fue acogido con aplausos en buena parte del mundo y mejoró la imagen estadounidense, enfrentó -metiendo muchos millones de dólares- la crisis. Fue ovacionado en Europa y Asia. Cumplió una parte de sus promesas y, creyendo que su plan de salud recibiría apoyo, durante todo el año se dedicó a promocionarlo. Luego, de pronto fue advirtiendo que no solo estaban en su contra los ultramontanos. Otros estadounidenses, de buena fe, creían que se había invertido mucho en los bancos y en la General Motors y el plan sanitario recibió duros embates por requerir la creación de impuestos. Además, fue corriendo la voz de que faltaban resultados prácticos para algo muy importante, esto es mejorar los niveles de vida de los estadounidenses. Se había dedicado mucha atención a los planes estructurales –mejor educación, mejor sanidad, mejores instituciones democráticas- y menos al empleo y a los salarios. La falta de experiencia del ungido corrió de voz en voz. Ahora está cambiando apuradamente sus esquemas, optando por temas que pueden obtener el apoyo popular con miras a las próximas elecciones.
Coincide el episodio con un posible diálogo entre Unasur y Estados Unidos, representados respectivamente por los presidentes sudamericanos y doña Hillary Clinton, en representación de Obama. Se han dado pasos previos, con intervención del presidente ecuatoriano, Gran Jefe de Unasur. ¿Conviene? Sí, por cierto. Hay problemas y siempre los habrá. Pero USA es el país de mayor comercio con la región y hay muchos temas para dialogar. No se puede esperar gran cosa en materia de ofertas y no todos los gobernantes de la región se sentirán bien frente a una gringa. Pero, a más de las bases en Colombia, hay otros temas. Interesante aunque el Jefe de USA yazga cerca de la joda.