En dos poderosos aviones Boing 747 cinco estrellas dicen que viaja la nutrida comitiva que acompaña a Su Majestad a su trascendental periplo por tierras asiáticas.
Como a mí no me han invitado (qué me van a invitar a mí, pobre cobra del desierto) me puse a investigar y descubrí algunas cosas.
Su Majestad irá en el Boing más pelucón, estilo Samborondón, acompañado exclusivamente por el personal de seguridad (no vaya a ser que se le ocurra, como la otra vez, decir que Japón o Corea serían un buen lugar para morir).
Como el número de personas encargadas de la seguridad de Su Majestad es tan grande y llevan tanta logística por si acaso, en ese Boing solo c aben Su Majestad, los guardaespaldas y la logística.
En el otro Boing, menos pelucón (estilo Monteserrín o Cumbayá), irán los ministros preferidos de Su Majestad, los viceministros preferidos de los ministros, los edecanes preferidos de los ministros y los viceministros, los asesores de los edecanes, viceministros y ministros y las secretarias de los asesores de los edecanes.
En la lista constan también empresarios privados favoritos de los ministros, pero a condición de que no hablen una sola palabra.
Me los imagino boquiabiertos, escuchando en Corea y Japón los discursos de Su Majestad condenando a la empresa privada internacional como la gran culpable de la crisis capitalista en el mundo. Pero, bueno, viaje es viaje…