La nueva Alcaldía ha hecho muy poco en la movilidad de la urbe
Redacción Quito
La modificación integral del sistema de movilidad es el primer eje que consta en el plan de gobierno del alcalde Augusto Barrera.
No obstante, las largas filas de autos, la deficiencia del transporte público, obras de infraestructura inconclusas y la desarticulación entre las acciones de la Policía y los entes municipales son algunos de los problemas que aún enfrentan los quiteños.
Las cifras de los autos
Estudios de 2008, demuestran que los viajes en buses ha disminuido en el 1,4% anual y los autos privados se incrementan en la misma proporción.
El parque automotor se incrementa anualmente en más de 40 000 vehículos. De mantenerse, en 2025, los viajes privados se cuadruplicarían.
En transporte público moviliza 2,4 millones de pasajeros diariamente.
“La ciudad todavía no es amigable para los peatones”, asegura Diego Hurtado de la Asociación de Peatones de Quito. Según él, todavía no se establece la circulación de los peatones como una prioridad dentro de la gestión municipal. Una muestra de ello es que la construcción de los corredores viales del sur y las terminales terrestres de Carcelén y Quitumbe se construyeron sin tener en cuenta las dificultades de circulación y movilización de los usuarios.
Hurtado dice que la seguridad vial de los peatones se mantiene en segundo plano frente a la circulación diaria de cerca de 400 000 vehículos. El control tampoco ayuda a mejorar la situación. Hasta septiembre de este año, 18 529 vehículos mal estacionados fueron sancionados. Ese control dejó USD 2 200 000 a la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Emmop), que según un informe general se reinvierten en señalización.
El Municipio argumentó que este problema era por el escaso control de la Policía de Tránsito. Por eso, los representantes gubernamentales, incluyendo al Alcalde se han pronunciado en favor de que el Municipio adquiera la competencia operativa de la Policía de Tránsito.
Cristóbal Buendía, asistente legal del Observatorio de Movilidad, afirma que la dependencia operativa de la Policía podría mejorar la coordinación que actualmente existe entre las instituciones para el control del tránsito. “El control debe estar subordinado a la regulación y no depender de las personas ni de la voluntad política”.
Además, él también asegura que la aplicación de esta propuesta esta atravezada por un tema de control e intereses económicos por ambas instituciones.
Para Mónica Heller, representante del Observatorio de Movilidad, la situación es clara. “No existe un diagnóstico real sobre la actual situación de la movilidad y el tema debe recibir un tratamiento técnico y no político”.
El secretario de Movilidad, Carlos Páez, admite que es difícil expresar en números el problema de movilidad que enfrenta la ciudad. “Hay estudios, hechos en diferentes tiempos, que no pueden dar cuenta de la situación real porque no están articulados entre sí”.
El diagnóstico en base a estudios técnicos y detallados es la base sobre la cual se debe planificar y ejecutar las soluciones al problema de la movilidad, según Mario Gómez, especialista en ingeniería vial. En ese sentido, Heller asegura que todavía no están claras las políticas del actual gobierno local y que solo se ven acciones que resuelven problemas coyunturales pero que no son parte de una solución intregral.
Páez afirma que la administración de Barrera efectivamente está tratando de resolver los problemas heredados de la anterior administración. “La operación de los corredores viales, las terminales terrestres y la coordinación operativa con la Policía son temas que requieren atención inmediata”.
Sin embargo, estos temas tampoco han podido ser resueltos en el corto plazo. El plazo para la operación del corredor sur oriental termina en diciembre. Sin embargo, hace tres semana se interrumpió la negociación de la operación de este corredor para analizar la propuesta de los transportistas.
Jorge Yánez, representante de los transportistas, asegura que los principales elementos para la operación del corredor son el establecimiento de un modelo económico sustentable y permitir la operación de otras modalidades de transporte anexas al cooredor. Además, el transportista aseguró que también se presentó un plan tarifario para incrementar los pasajes a USD 0,42. Esto, dice el dirigente también implicaría una mejora en el servicio de transporte.
Pero, según Buendía, la falta de claridad de una agenda temática clara también existe una falta de empoderamiento y participación ciudadana con respecto a la aplicación de soluciones.
Páez asegura que En una primera fase, el Municipio inició un proyecto de restructuración institucional para articular la gestión de entidades que estaban dispersas. “El Municipio tiene claro hacia donde llegar pero hace falta articular el plan”.