La noticia deportiva debe registrar procesos
Redacción Guayaquil
El manejo de la información deportiva relacionada con el fútbol depende mucho de los resultados, lo que ocurre con Barcelona, Liga o la Selección nacional va desde la apología hasta una suerte de linchamiento informativo, ¿cómo entender esta realidad?
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Argentino (73 años). Comunicador. Vive en Guayaquil desde hace 32 años. Es catedrático de la Universidad Católica. Tiene varias publicaciones.
Su punto de vista. El periodismo debe priorizar hechos y procesos.
Los resultados no deben determinar la cobertura del fútbol.
No sé en qué medida el periodismo deportivo se dedica a trabajar sobre las palabras o sobre los hechos ya que, muchas veces, estructura noticias por versiones, dichos y hechos muy particulares. Esto, al final, termina con una construcción de la realidad noticiosa sin soporte. Se dejan de lado o no se registran procesos importantes que están relacionados con estos hechos.
¿Cómo entender esto en el caso del periodismo deportivo o en la cobertura de un partido de fútbol?
Los periodistas en el caso del fútbol se ciñen a los resultados de un partido y no a los procesos o sucesión de hechos que existen detrás de ellos. En una semana, Ecuador estaba fuera del Mundial y luego, tras ganar a Bolivia, ya no. Eso tiene su lógica en el impacto emocional de ciertos titulares o comentarios de gran efecto que buscan llamar la atención. Es parte de lo que se puede decir en el ámbito periodístico, impactar en la audiencia para crear y generar expectativas.
También incide el hecho de que para muchos periodista deportivos es difícil dejar de lado su preferencia por determinado equipo.
Lo que me llama la atención con relación a la cobertura que hace el periodismo de los hechos deportivos, específicamente del fútbol, es la redundancia en la información y en el seguimiento de los llamados personajes de actualidad. Se imponen ciertas figuras del deporte, a partir de eventualidades y no en procesos. Eso es visible en un partido de fútbol o en la cobertura de lo que sucede en cada equipo. Además, en torno al fútbol existen muchos protagonistas; por lo tanto, es una actividad donde muchos intereses se cruzan.
Entonces, ¿mantener equilibrio en el manejo de la información es más difícil?
Se ha dicho muchas veces que la objetividad, en términos absolutos, no existe, menos aún en espacios como el deportivo y, particularmente, en el fútbol, por la serie de intereses y pasiones. Por ello, es sumamente importante limitarse a los hechos y procesos y muchas veces no se lo hace. Esto también ocurre en otros campos.
¿Como cuáles?
En las artes, por ejemplo. Cuando se habla de un artista se lo hace cuando presenta una exposición y después se olvidaron. Pocos saben, por ejemplo, qué está haciendo Enrique Tábara.
¿Esto ocurre en determinados campos o está presente en el periodismo en general?
Es una característica del periodismo nacional. Creo que, en general, es una actividad que se está sosteniendo mucho en las palabras y menos en los hechos, es decir, en lo que sucede. Además, poco se dice o indaga en los por qué. Hay un incendio en un hogar humilde, con pérdidas humanas y materiales. Se lo registra, poco se habla de las causas. Igual, pierde un equipo, se magnifica el resultado y no se ve más allá.
En la formación del periodista y en el mismo ejercicio profesional, ¿qué correctivos deben hacerse?
Muchos de los medios tradicionales no han sabido ponerse a la altura de las circunstancias, lo que quiere decir hacer bien el oficio. Ceñir a los hechos la información que se publica o difunde. Insisto, no dar paso o registrar las declaraciones de aquellos que interpretan los hechos y la realidad a su manera.
¿Qué más deben hacer los medios de comunicación?
Mejorar los procesos de información es un paso. Pero también volver la vista a la gente, a lo que somos, a las personas que hacen cosas, hacia aquellos que trascienden. Las ciudades están llenas de historias de personas que han trascendido, aunque sea, haciendo ladrillos. No debemos estar fuera de esas realidades. Hay que incorporar. Esa es una fortaleza que deben apuntalar los medios de comunicación.
Hay instancias oficiales que ven en una Ley de Comunicación la solución para los ‘males’ que tienen los medios en el manejo de la información, ¿es parte de una solución?
Conveniente hacerlo, siempre y cuando sea un proceso lo suficientemente amplio que permita espacios para la reflexión y los acuerdos. Para ello, se deben dar los debates necesarios. Tiene que haber una discusión amplia y flexible. Sin embargo, hay que tener en claro que una cosa es discutir y debatir y otra confrontar. Con esto último se induce a crear más brechas en la sociedad. Eso hay que tener en cuenta.
Se habla de los consejos de lectores como una alternativa para el acercamiento a la ciudadanía. Esto pudiera incluirse en los temas deportivos, ¿es esto viable?
Puede considerarse un avance, pero el riesgo que se corre es que esas personas seleccionadas coincidan, de alguna manera, con el propietario del medio o que sigan la misma línea.
Eso hay que tener cuidado. Su integración debiera ser diversa para que haya diferentes puntos de vista. Esto permitiría dar espacio a aquellos sectores que pudieran ser disidentes o contrarios.