Redacción Sierra Centro
Para descontaminar el río Cutuchi, que abastece el canal de riego Latacunga-Salcedo-Ambato, se necesitan USD 60 millones.
Patricia Aguirre, presidenta de la Junta de Usuarios del sistema de riego, indica que este presupuesto consta en el informe que en el momento elaboran los técnicos de las direcciones provinciales del Ministerio del Ambiente de Tungurahua y Cotopaxi.
Sobre la producción
Los informes que se presentarán al presidente Rafael Correa también explican que el río Cutuchi tiene alto contenido de coliformes fecales. Hay ausencia de vida acuática.
Según datos del Ministerio de Agricultura, en Tungurahua, con el líquido contaminado se producen en el año 30 564 toneladas de arveja, cebolla col…
El 70% de esa producción se distribuye a Quito, Guayaquil, Cuenca y la Sierra centro. El documento será entregado el próximo mes al presidente Rafael Correa, para que el afluente sea declarado en emergencia. También presentarán testimonios de los usuarios y los informes realizados por varias entidades.
Esos documentos confirman que el río es uno de los más contaminados en la Sierra centro. Allí se depositan diariamente 1,8 toneladas de basura y las aguas servidas de Latacunga.
El canal tiene 36 km y genera 4 500 litros por segundo. 17 000 familias lo usan para irrigar 7 500 hectáreas de cultivos de hortalizas y legumbres, en varios cantones de Tungurahua y Cotopaxi.
La mayor parte de la basura proviene de las 41 industrias metalúrgicas, curtiembres, molineras, talleres y floricultoras que se encuentran cerca del afluente.
En sus aguas hay una alta presencia de boro, un químico que causa trastornos neurológicos y tumores malignos. Aguirre explica que los USD 60 millones servirán para construir un sistema de alcantarillado en Latacunga y otras obras urgentes.
“Hace cinco años hemos pedido apoyo para descontaminar el río. Ahora, el Gobierno tiene que invertir en esta obra”. Las gestiones que realizan los dirigentes del canal de riego son comunicadas a través de asambleas, que se organizan en varias comunas de Tungurahua.
Hugo Paredes, director del Ministerio del Ambiente de Tungurahua, menciona que la entidad apoya la decisión de la dirigencia del canal de riego. En una reciente reunión de autoridades de la provincia se acordó crear una comisión.
Está integrada por técnicos de la Secretaría Nacional de Planificación de Desarrollo (Senplades), la Secretaría de Pueblos y el Ministerio del Ambiente. Ellos elaboran el plan de descontaminación del río Cutuchi.
El funcionario dice que es preocupante porque el agua que riega a los campos está contaminada. Según él, el principal problema es que Latacunga no tiene un plan maestro de alcantarillado para el tratamiento de las aguas.
Por ello, el objetivo de la declaratoria es que el Gobierno asigne una partida para realizar esta obra lo más pronto. Otra meta es elaborar un plan para que las empresas no arrojen los desechos.
El agricultor Luis Chato reconoce que el Gobierno debe atender el pedido de la Junta. Insiste en que el agua que utiliza para regar sus cultivos de brócoli, lechuga y zanahoria está contaminada. Él irriga sus 2 hectáreas de terreno con el agua del canal de riego Latacunga-Salcedo-Ambato.
Chato cuenta que el principal problema que afronta es que en los mercados de Ambato nadie quiere comprar sus productos. “Los comerciantes preguntan dónde está mi chacra. Les digo que las legumbres y hortalizas las traigo del barrio Pucaramí, de la parroquia Cunchibamba, y no quieren comprarme. Dicen que allí el agua está contaminada”, menciona preocupado, mientras muestra el líquido ocre y espumoso que se filtra por los cultivos de brócoli y zanahoria.
El hombre de piel curtida por el sol asegura que si el río no es descontaminado, sus ingresos seguirán disminuyendo.
Por ello, Chato respalda la iniciativa de los dirigentes del sistema de riego en exigir la declaratoria de emergencia. “Es la única forma para que las autoridades atiendan nuestras súplicas”.
En el barrio Pucaramí, a 20 minutos de Ambato, otras 130 familias utilizan el líquido espumoso y maloliente, para regar sus cultivos y lavar la ropa.
Mariana Guzmán es una de ellas. “No tenemos otra alternativa que utilizar esta agua sucia”. Teme que sus hijos se enfermen porque en el canal hay perros muertos, botellas de plástico…