Redacción Guayaquil
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Sin complicaciones ni formalidades, los integrantes de Niñosaurios iniciaron su presentación. Dos hojas de cuaderno universitario sirvieron para que Víctor Andrade, vocalista, y Aldo Macchiavello, en la batería, siguieran el orden de las canciones. Ricardo Pita, en el bajo, completó este trío de músicos guayaquileños.
La producción
Paradox Record, una escuela de música de Guayaquil, se encargó de la producción ejecutiva del video. Esto fue posible porque Niñosaurios ganó un concurso de bandas. El premio consistía en una sesión de fotos, realizar el video, grabar el tema y una beca para estudiar.
Pigment Digital fue el encargo de la realización, con la dirección de Víctor Andrade.
Para el contenido se pensó en una idea simple para un día de grabación. El eje central fue poner a los integrantes de la banda girando sobre su eje y como fondo se usaron fotografías tomadas por Valiana Areco, una creativa muy solicitada en el medio underground.
La hora, 00:45 de ayer. El lugar, Diva Nicotina, bar ubicado en la parte baja del cerro Santa Ana, en el área regenerada del centro de Guayaquil. Escrito a mano, en la parte superior, se leía: “Niñosaurios 11/06/09”. A reglón seguido estaba el listado: Tonto, Un día como todos los demás, Arpaso, Sonora vida, Cabra, A. Banderas, Espada pluma, Has d’ deber, Alíciate, Si no me ves, Te reíste de nosotros, Mal nacida, Se escapa tu animal, Shh…, El enemigo, Déjalos crecer y Aguinaga.
Entre 70 y 80 personas asistieron a la convocatoria que el grupo hizo por Internet. A través de correos electrónicos y en su página de My Space se dio a conocer el video de estreno de Tonto. Hojas volantes completaron la promoción de este espectáculo.
Las primeras imágenes se comenzaron a proyectar en un gran telón ubicado en la parte derecha del escenario. El blanco contrastaba con las paredes de ladrillo visto, que caracteriza a la decoración de Diva Nicotina.
La secuencia de imágenes comenzó, a la par que los tres músicos se soltaron en el escenario. En ese momento, arrancó un concierto que durante dos horas fue una descarga de música y canciones que fluctuaron entre el rock progresivo y un rock más consolidado. Lo que se vio fue un fiel reflejo del camino que la banda ha seguido desde sus inicios.
A eso de las 03:00, los últimos asistentes abandonaron Diva Nicotina. Uno de ellos fue Jacobo Donoso. A él no le importó la hora que terminó el concierto. Con calificativos como sencillos e interesantes mostró su aprobación de lo que había visto y escuchado. Salió complacido y volvió a casa.
Nelson Cevallos ha escuchado a la banda desde sus inicios. Por ello, se sorprendió mucho de la evolución que ha tenido. “Empezaron con algo ‘soft’ pero ahora los veo más definidos. Su música es más fuerte, llegan más directo y de esta forma pegan más”, dice, al tiempo que saluda con un grupo de amigos que está de salida.
La satisfacción de lo ocurrido la madrugada de ayer fue evidente entre los músicos. Dejando de lado el cansancio y sin perder su alegría y buen humor, hablaron del camino recorrido. Aldo Macchiavello abandonó su batería y contó que la inclinación del grupo es seguir el camino hacia un rock más consolidado.
Son tres años que tocan juntos, pero se conocen desde la época de colegio. Por cuestiones de la vida se distanciaron. Ricardo Pita vivió cerca de cuatro años en Argentina, Víctor estuvo en Cusco y Aldo no dejó Guayaquil.
La experiencia en Perú hizo que Víctor Andrade se sienta que es una suerte del Señor de los Anillos. Allí compuso muchas de las canciones, pintó varios cuadros e interactuó y se nutrió mucho con músicos de otras latitudes. Esas vivencias definieron mucho el camino de la banda.
Víctor Andrade está consciente de que se mantienen en un ambiente underground. Por eso no le molesta aún el poco espacio que tienen en la radio. Sin embargo, no deja de recordar cuando Radio City tuvo una apertura con la banda. Pese a ello, son muy solicitados y conocidos en el ambiente musical de Guayaquil.
En tres o cuatro meses saldrá el primer disco, con el cual esperan que las puertas de los medios se abran. Hay paciencia. Por ahora, los escenarios de Quito, Portoviejo, Manta y Guayaquil serán los espacios para que Niñosaurios comparta su música.