La Paz. ANSA
Con apenas 10 minutos en cancha, Mauricio Baldivieso entró a la historia del fútbol boliviano y posiblemente del mundo al convertirse en el debutante más joven en un partido oficial de Primera división, a tres días de cumplir 13 años, por decisión de su padre-técnico.
Baldivieso debutó el domingo como lateral derecho del Aurora de Cochabamba, cuando su equipo luchaba por empatar (1-0) en su visita a club La Paz, en el inicio del torneo clausura.
“Mi papá me dijo que debutaría si íbamos ganando, pero las cosas se dieron de otra forma”, declaró Mauricio al final del partido, cuando agradeció al técnico Julio César por cumplir su promesa.
“Poco a poco tomará confianza. Está gateando en el fútbol. Para su tierna edad, tiene talento y no desentonó mientras estuvo en el partido”, explicó después el técnico Julio César Baldivieso, uno de los más destacados jugadores del balompié boliviano.
El propio Julio César, que jugó también en el fútbol argentino, árabe y ecuatoriano, hace sus primeras armas como DT en Aurora, el equipo en el que jugó hasta 2008 y al que clasificó a la Copa Sudamericana cuando estaba peleando el descenso.
Julio César reconoce que “no es normal” que un jugador que tiene menos de 13 años debute en Primera, sobre todo en Bolivia, donde “estamos acostumbrados a considerar promesas de nuestro fútbol a jugadores de 25 años”.
Según la prensa deportiva, el antecedente que se tiene de un caso de debut de un jugador precoz se dio en el fútbol peruano, donde Fernando García debutó en 2001, con 13 años y 11 meses en San Martín, de San Juan.
Durante los algo más de 10 minutos que jugó, con la camiseta número 10 que lucía su padre en la selección nacional y Aurora, Mauricio recibió una fuerte patada por atrás de un delantero rival que lo obligó a salir en camilla.
“El fútbol es para hombres”, explicó después Henry Alaca, en respuesta a las recriminaciones (e intentos de agresión) de los compañeros de Mauricio, que reclamaron también contra el árbitro.