Una niña migrante, de siete años, muere deshidratada bajo la custodia de EE.UU.

Imagen referencial. Un grupo de migrantes centroamericanos es detenido por la patrulla fronteriza estadounidense. Foto: AFP

Imagen referencial. Un grupo de migrantes centroamericanos es detenido por la patrulla fronteriza estadounidense. Foto: AFP

Imagen referencial. Un grupo de migrantes centroamericanos es detenido por la patrulla fronteriza estadounidense. Foto: AFP

Una niña guatemalteca de siete años murió por deshidratación y extenuación horas después de cruzar la frontera de Estados Unidos con México con su padre y ser detenida por la Patrulla Fronteriza, según se informó la noche del jueves, 13 de diciembre del 2018.

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, la niña y su padre fueron detenidos la noche del pasado 6 de diciembre al sur de Lordsburg (Nuevo México) tras entregarse a los agentes con un grupo formado por 163 migrantes.

Hacia las 06: 25 del día siguiente, unas ocho horas después de su detención, la niña empezó a tener convulsiones y fue trasladada con fiebre de 41 grados en helicóptero a un hospital de El Paso (Texas), donde llegó con paro cardíaco.

En el hospital lograron reanimarla, pero murió horas después.

Aunque la autopsia aún tardará algunas semanas, los médicos del Hospital Providence de El Paso indicaron que murió de choque séptico, deshidratación y fiebre.

Según el comunicado de la Patrulla Fronteriza del que informó el periódico The Washington Post, la niña llevaba "varios días sin comer o consumir agua" en el momento de su detención.

No queda claro si la niña recibió alimentos o atención médica a lo largo de la noche, antes de sufrir las convulsiones.

"Los agentes de la Patrulla Fronteriza hicieron todo lo posible para salvar la vida de la niña en las circunstancias más difíciles", dijo en el comunicado al rotativo capitalino un portavoz del cuerpo, Andrew Meehan.

La cifra de arrestos de inmigrantes indocumentados en la frontera sur de Estados Unidos rompió este pasado mes de noviembre un nuevo récord desde que el presidente, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca hace casi dos años con 51 856 personas, en su gran mayoría centroamericanos y llegados en familia.

Aunque la atención política y mediática se ha centrado en las últimas semanas en la caravana migratoria que finalizó su recorrido en la zona fronteriza de Tijuana (México) y San Diego (EE.UU.), grandes grupos cruzan a diario por Texas, Arizona y Nuevo México.

La Patrulla Fronteriza 
indicó  que sus instalaciones datan de décadas atrás y que fueron pensadas para recibir a hombres migrantes viajando en solitario, y no para la nueva realidad de familias y niños.

La pequeña estación de Lordsburg, por ejemplo, recibió hoy un grupo de 227 indocumentados, tras aprehender otro de 123 personas el miércoles, 12 de diciembre del 2018, familias y niños en su mayoría, según datos facilitados al The Washington Post.

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