El Universal, México. GDA
El experimento literario que Andrés Neuman (Argentina 1977) emprendió en ‘El viajero del siglo’ -obra que obtuvo el Premio Alfaguara de Novela 2009- está en la forma y en el fondo, pero también en el lenguaje.
El que sin duda es el más ambicioso proyecto literario del escritor es una suerte de novela circular que a cada vuelta demuestra que el laberinto no solo es histórico y amoroso, también está construido con palabras.
Igual que Neuman, Hans, el joven protagonista de la novela, lleva su casa en la maleta. Ese andariego del siglo XIX que persigue la vida, los paisajes y el amor, el que camina por una ciudad imaginaria llamada Wandernburgo y que recorre el mundo con una valija de libros y la mirada sorprendida, es el álter ego del escritor argentino.
El escritor Jorge Volpi, uno de los primeros lectores en México de ‘El viajero del siglo’, asegura que es un libro de una enorme ambición literaria. “Un libro estrictamente literario que escapa absolutamente a lo comercial”.
La novela de Neuman es, como ha dicho la crítica, una reflexión diferida sobre la cultura europea de mediados del siglo XIX, tornándose finalmente en la búsqueda de un asesino. Su protagonista entra en uno de esos viejos y célebres salones literarios donde se discute de literatura y de política.
Pero contiene alegatos desde el siglo XXI, donde se hace referencia a la emancipación de la mujer, la creación de la Unión Aduanal, que podría ser el cimiento de la Unión Europea, las utopías y desencantos europeos.
Pero en medio de ese momento de crisis que Europa resolvió con valores conservadores, en una ciudad inventada por el autor, “una ciudad móvil situada entre los antiguos estados de Sajonia y Prusia”, el viajero Hans se encuentra con un organillero que le cambia la vida, se enamora de Sophie, la hija del señor Gottileb, y hace que entre las discusiones de política y literatura, surja una historia de amor.
La novela de Neuman, que se divide en cinco partes y ronda las 530 páginas, está basada -ha dicho el autor- en los ‘lied’ del compositor Franz Schubert, pero también tiene algo de inspiración en la novela ‘Viaje de invierno’, de Wilhelm Müller, que Neuman tradujo para la editorial Acantilado en 2003.
Hay en esta obra una mezcla de novela histórica, novela de misterio, relato amoroso y reflexión sobre la emigración y los cruces de culturas. Y además no deja de ser la crónica de una época en la que algunas intelectuales alemanas comenzaron a reclamar por la emancipación femenina.
La novela está contada con una estructura narrativa que permite a los lectores adentrarse en la historia, la cual despliega un mosaico cultural dotado de intrigas, humor y de personajes inolvidables.
Neuman, el autor de ‘El último minuto’, ‘Una vez Argentina’ y ‘Alumbramiento’, escribió “una novela futurista del pasado, una ciencia-ficción rebobinada” con un “castellano híbrido que no contiene demasiados localismos”. El autor dijo que nada es real, ni la ciudad donde transcurre el argumento ni los personajes que la habitan. Pero es real y está bien documentado el contexto que nutre la historia y desencadena cada acción.