La Zona Euro, con Francia y Alemania al frente, se movilizó ayer para evitar un colapso en los mercados y reforzó las declaraciones del jefe del BCE, Mario Draghi, quien la víspera prometió“hacer todo lo necesario” para salvar a la moneda única.
“Francia y Alemania están profundamente apegadas a la integridad de la Zona Euro. Están decididas a hacer todo para proteger a la Zona Euro”, indicaron en un comunicado difundido tras una cita telefónica el presidente francés, François Hollande, y la jefa del Gobierno alemán, Ángela Merkel.
Las declaraciones de Draghi tranquilizaron a los mercados y provocaron dos jornadas de euforia en las bolsas europeas.
La plaza de Madrid cerró ayer con un alza de 3,91% y la de Milán ganó 2,93%. Los índices de los principales títulos también repuntaron con vigor en París (+2,28%), Fráncfort (+1,62%) y Londres (+0,97%).
El euro también cobró impulso y se negociaba a 1,236 unidades por dólar, frente a 1,228 el jueves por la noche.
Los comentarios de los responsables europeos también generaron un sinnúmero de conjeturas sobre las medidas que el BCE podría adoptar para frenar una crisis que sumió en la recesión a varios miembros de la Zona Euro y amenaza la integridad del bloque, formado por 17 países.
Algunos estiman que la institución podría reanudar sus compras de deuda pública en el mercado secundario (donde se intercambian títulos ya emitidos), operaciones a las que no recurre desde hace meses, para intentar contener la degradación de la confianza en la deuda de España.
Otros estiman que podría acordar una licencia bancaria al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y a su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), para colocar deuda con la institución y decuplicar su poder de intervención.
A cambio, deberían intervenir en el mercado de bonos, como ya fue acordado, aunque aún no se haya aplicado.