El sector de la construcción es uno de los pilares que sostiene la leve reactivación de la economía en este año. Sin embargo, pese a que en efecto la actividad se ha recuperado (ver cuadro), la mejoría en sectores conexos no es general.
La comercialización de maquinaria pesada como volquetas, retroexcavadoras y tractores sigue dinámica en este año, aunque en menor medida que durante el 2008. En ese año se importó un equivalente a USD 184 millones en este tipo de equipos. En lo que va del año, se han importado USD 48,7 millones en equipos camineros, en especial volquetas.
Enrique Pita, constructor y ex directivo de la Cámara de Construcción de Guayaquil, dijo que la obra pública y la construcción de vías originó la necesidad de comprar equipos camineros para avanzar con las obras. “La demanda fue muy intensa el año pasado, pero para el 2010 se ha normalizado. Eso sucedió con el cemento, asfalto y productos de aluminio”.
En el caso del cemento gris, en particular, la demanda ha subido levemente. Así, en Guayaquil, mientras en junio de este año se comercializaron 444 975 toneladas, en el mismo período del 2009 fueron 442 372 toneladas.
Julio Vásquez, gerente de Producto de Holcim, afirma que solo en los últimos dos meses se reactivó el mercado del cemento por los nuevos proyectos privados de vivienda y edificios. “Holcim está lista para atender la demanda creciente, pues tenemos la capacidad instalada para producir”.
El año pasado, Holcim aumentó su producción a 3,5 millones de toneladas de cemento, un 8,1% más que en el 2008. Todo el mercado en ese año demandó un total de 5,2 millones de toneladas.
Según José Centeno, presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, la oferta de cemento está garantizada en el mercado. “Holcim produce lo suficiente, aunque sus planes de expansión se paralizaron. La misma producción del 2009 es suficiente”.
Ambos expertos sostienen que la reactivación de la construcción impulsa el crecimiento de otros sectores, pero en diferentes medidas. Marcelo Rodríguez, asesor comercial de Andec, contó que la inversión privada ha sido fundamental para ese crecimiento. “La vivienda, construcción del cuarto puente en Guayaquil y otras obras reactivaron las ventas”. El Gobierno prevé que el sector de la construcción crezca 4,5% este año, un punto menos que en el 2009.
La obra pública va asegurada
Las compañías de seguros también han visto crecer su negocio, debido al incremento de la construcción de la obra pública.
Cada vez que se va a construir una carretera, un puente, una planta hidroeléctrica o cualquier otro complejo público, los constructores deben contar con una póliza de seguro que cubra, por ejemplo, la seriedad de la oferta, el cumplimiento del contrato, el buen uso del anticipo que reciben por parte del Estado, etc.
Todas estas coberturas están dentro de un ramo de seguros que se lo conoce como ‘Fianzas’.
El 2008 fue el año récord de este ramo, ya que estuvo acompañado de un ‘boom’ de inversión en la obra pública. Durante ese año, las empresas facturaron, por primas, un total de USD 79,2 millones.
En el 2009 se renovaron los contratos y hasta junio de este año se mantiene una obra importante, pero no se llega al mismo nivel que en el 2008. Las primas pagadas en el primer semestre alcanzaron los USD 38,3 millones.
Pero así como los contratos de seguros de Fianzas han crecido, también se incrementó la siniestralidad. Para José Repetto, gerente financiero de Seguros Equinoccial, el aparato público creció tanto que no habido suficiente tiempo para realizar un análisis profundo de los contratistas.
Cuenta, por ejemplo, que es común ver que un constructor con experiencia en canalización tenga una obra para construir un puente. Esto ha hecho que muchos contratistas fallen y no tengan las suficientes contragarantías, por lo que las aseguradoras y reaseguradoras deben asumir las pérdidas.
Hasta junio pasado, la siniestralidad promedio alcanzó el 54%, frente al 7% del 2008 y actualmente tiene picos de hasta el 80%.
La falta de ejecución pública afecta a contratistas
En Quito, los contratistas no se sienten satisfechos con el desenvolvimiento del sector, en especial en la ejecución pública.
“Pese a que los contratos en la parte privada han mejorado un poco, me ha sido difícil conseguir un contrato en el sector público, que es lo que más ganancias reporta. Doy trabajo a 18 personas que se dedican a encofrados para túneles, bordillos, etc., y sí me preocupa que ese negocio ha bajado un 20%. Tampoco se ve mucha inversión extranjera”, asegura Segundo Duqueres, dueño de la empresa Talleres HT.
Según Hermel Flores, de la Cámara de la Construcción de Quito, la actividad del sector, en general, se ha mantenido en la capital en el mismo orden del año pasado.
“En lo que sí hay problemas es en los contratistas de obra pública. Entendemos que hay una disminución de la liquidez en el Fisco y por eso hay casos de contratistas impagos, en varias instituciones del Estado. Los perjudicados son especialmente los de pequeños, contratos, de USD 100 000 ó USD 200 000. A algunos les deben incluso desde hace un año”.
Según la Secretaría Nacional de Planificación, hasta agosto de este año la ejecución del Presupuesto en inversión pública asciende a alrededor del 35%, aunque las autoridades estiman que hasta fin de año se llegará al 80%.
Eduardo Moreno, gerente de la firma Andicons, tuvo que cerrar temporalmente su actividad de alquiler de estructuras metálicas, en Quito, para desplazarse a Guayaquil. “Actualmente trabajo allá, porque en Quito se aflojó el trabajo. No sé por qué será, quizás por la falta de ejecución de la obra pública. Por eso me he tenido que ir a Guayaquil esta temporada”.