En una concesionaria de la Avenida Américas y Calle 13 se exhiben modelos 2020. Se esperan nuevos lanzamientos. Foto: Mario Faustos/EL COMERCIO
La oferta de modelos y marcas de automotores aumentó en el país, pero la demanda bajó. Entre enero y octubre de este año se vendieron 109 967 unidades, lo que representó una disminución de 4 200 vehículos (3,7%) con respecto al mismo período del 2018, según la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).
Las razones, informó el gremio, fueron los desafíos por los que atraviesa la economía. Entre otros, destacó el ajuste a las cuentas públicas con recortes en el gasto corriente, decrecimiento del consumo en los hogares, revisión a los subsidios a los combustibles, desaceleración en la entrega de créditos y caída en el precio del petróleo.
La expectativa de la Aeade es cerrar este año con 132 344 unidades vendidas, lo que representaría una caída del 4% frente al 2018. Además, estima otra reducción en el 2020, cuando llegaría a 130 393 automotores.
Pese a la reducción, la oferta de marcas y modelos crece. En el 2016 había 340 modelos y, ahora, 582, de acuerdo con la Aeade. Además, entre el 2016 y este año se incorporaron más de 20 nuevas marcas.
En un informe de gremio se determinó que la eliminación de las restricciones a la importación de vehículos permitió la incorporación de nuevas marcas y modelos, lo que presionó los precios a la baja. Otro factor fue la vigencia del acuerdo con la Unión Europea, que permitió la desgravación arancelaria. Con ello, el precio de vehículos nuevos bajó 10,4% desde el 2016, según la Aeade.
Juan Francisco Baca es gerente comercial de Go Motors en Guayaquil. Según él, los vehículos tipo sedán y ‘hatchback’ son los más requeridos. “La comodidad y el costo los vuelven más atractivos”.
Pero dijo que las ventas se frenaron por la restricción del crédito de consumo y porque los clientes prefieren no cambiar sus vehículos.
El vocero de esta concesionaria de Hyundai señaló que el modelo Grand i10, cuyo precio es de USD 13 990, sigue como el líder. “Los ‘hatchbacks’ son los modelos más requeridos por el precio y el tamaño”. Además, lanzaron la versión adicional del Creta urbano.
En la Concesionaria Aekia de Quito, en cambio, se exhiben el Kia Soul y el Kia Soluto como modelos lanzados para 2019. Para la firma, la vida útil de los vehículos es uno de los factores que evitan el recambio de modelos o nuevas adquisiciones.
Esta es una de las razones por las que Chevrolet optó por la venta de los modelos del inventario del 2017 y del 2018. Abel León, jefe de ventas de E-Maulme en Guayaquil, indicó que cuatro versiones de vehículos livianos fueron mejoradas. Entre los modelos 2019, en cambio, están el Beat 2019 que fue lanzado hace tres meses en su versión LS y el Captiva.
Las marcas chinas, por su parte, tienen mayor participación de mercado al pasar del 5,2% en el 2016 al 19,4% este año. Esto ubica a estos autos en el segundo puesto de ventas, cuando hasta febrero pasado ocupaban el tercero.
Los precios y los diseños aerodinámicos son atractivos, dijo Sebastián Pérez, gerente comercial de GAC Motor. Pese a que tenía previsto que las ventas disminuyan frente al 2018, en los últimos meses hubo una recuperación del 5%.
Su portafolio se compone de cinco modelos, un automóvil y cuatro SUV. La principal innovación se puede observar en el diseño frontal de los autos y las versiones 4×2 y 4×4, señaló Pérez. Los precios de GAC van desde USD 19 990.
Las marcas europeas también mejoraron su posicionamiento al subir del 2,4% al 6,3% del mercado ecuatoriano, en los últimos tres años. Hernán Ochoa, gerente comercial de Citroën, aseguró que esta marca francesa duplicó su promedio de ventas al mes. La firma oferta nueve modelos entre VH Livianos, SUV, Cross-over y utilitarios (de trabajo).
En el caso de los modelos ensamblados en el Ecuador hay una reducción del 40% en la producción con relación al año pasado, dijo David Molina, director de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana. “Se debe principalmente a la pérdida de competitividad de la industria nacional por los altos impuestos que se paga en toda la cadena productiva”.
Molina dijo que un vehículo ensamblado en el país es cerca de USD 2 000 más costoso -solo por los rubros que se cancelan a la importación partes y piezas- que uno que llega desde Colombia con arancel cero.