El suministro de combustible se normalizó ayer por la mañana en Loja, cuyo desabastecimiento se registró desde el viernes pasado. Las largas filas de vehículos en busca de gasolina y diésel, que se registraron hasta la noche del martes pasado, desaparecieron de las gasolineras.
Según Daniel Espinoza, propietario de la gasolinera Avendaño, la distribución de combustible en la capital lojana ya no tuvo restricciones ayer. Los comercializadores le entregan 3 000 galones de gasolina extra y el mismo volumen de diésel al día. Pero el martes pasado no llegaron los combustibles y cerró su local.
Cecilia Briceño contó que ese día no pudo comprar gasolina porque las filas eran demasiado largas. Además, denunció que se comercializaba el galón a USD 5 y por eso prefirió no sacar su vehículo. Pero ayer pudo abastecerse normalmente del producto.
Según el director de Hidrocarburos de Loja, Patricio Cueva, los despachos de Petroecuador son normales y añadió que incluso la entrega de diésel y gasolina subió hasta en 10 000 galones al día.
El presidente de la Asociación de Comercializadoras de Combustibles del Ecuador, Carlos Idrovo, explicó que el desabastecimiento no solo se vivió en Loja sino en otras provincias fronterizas del país como El Oro, Sucumbíos, Carchi y Esmeraldas.
Lo anterior, debido a que la Agencia de Control de Hidrocarburos (Arch) redujo los cupos para esas zonas como medida para frenar el contrabando.
Sin embargo, añadió que la situación se normalizó porque las autoridades se dieron cuenta de que la medida fue ineficaz.
En un comunicado, Petroecuador explicó que el desabastecimiento pudo ocurrir al sur del país también por la alta demanda de combustibles provocada por el feriado de Carnaval y la movilización motivada por el peligro de un tsunami en El Oro.