Con la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y su ingreso al Mercosur en suspenso, el país está en un limbo comercial.
El gobierno de Hugo Chávez trata de compensar ese vacío a través de pactos bilaterales con los miembros de la CAN para seguir disfrutando de preferencias arancelarias.
Pero la extensión de las ventajas comerciales del bloque andino a Venezuela expiraron ayer, y según analistas, los esfuerzos de Chávez para negociar acuerdos comerciales que reemplacen las preferencias arancelarias son insuficientes.
A fines de marzo, durante la visita del Presidente venezolano a su homólogo boliviano Evo Morales, Caracas y La Paz firmaron un convenio para regular su comercio bilateral, extendiendo las preferencias arancelarias de la CAN por 5 años más. Un acuerdo similar se logró con Quito tras la visita del canciller Ricardo Patiño hace dos semanas.
Con Colombia y Perú se acordó extender por tres meses las preferencias arancelarias, con el objetivo de que en ese tiempo concluyera un acuerdo de complementación productiva y comercial.
Venezuela se retiró de la CAN hace 5 años en protesta por los tratados de libre comercio suscritos por Colombia y Perú con Estados Unidos.
Para analistas, las acciones del gobierno de Chávez reflejan esfuerzos de última hora por preservar las ventajas comerciales que brinda el grupo. “Los acuerdos bilaterales son una opción válida pero no para sustituir definitivamente a la CAN”, dijo el ex consultor de la secretaría general del bloque andino, Jorge Luis Suárez.
Luis Alberto Russián, presidente ejecutivo de la Cámara Venezolano Colombiana, consideró “difícil” que los acuerdos negociados en las últimas semanas puedan sustituir a la CAN, ya que se limitan al ámbito comercial y el bloque andino va más allá.