Este 15 de marzo se conmemora el Día Mundial del Consumidor. Una fecha instaurada en 1983 por la ONU, para recordar los derechos de las personas, en su condición de usuarios y consumidores.
Para este año, organizaciones civiles en el mundo se han propuesto elevar sus reclamos a los proveedores de servicio de telefonía móvil. Solo en España, por ejemplo, los usuarios tienen previsto protestar hoy en las 10 ciudades más grandes de ese país.
Ecuador no es ajeno de esa realidad. Solo hay que mirar las cifras de la Superintendencia de Telecomunicaciones en su sitio web, en el ‘Informe de las estadísticas del proceso de atención de requerimientos de los usuarios de los Servicios de Telecomunicaciones’.
Allí se incluyen los reclamos de los clientes del Servicio Móvil Avanzado. El año anterior fueron 13 711 y, en enero del 2014, se registraron 1 017.
Esta cifra es casi imperceptible frente a los 15,6 millones de líneas activas de las tres operadoras que brindan sus servicios. Aquí cabe una pregunta: ¿los usuarios se toman el tiempo necesario para reclamar formalmente si reciben un mal servicio o simplemente es una queja más que se queda en la familia o se difunde en las redes sociales? Uno de los temas que marcó la agenda informativa de esta semana es el registro de los teléfonos móviles que ingresan al Ecuador. Se trata de una acción positiva, desde un punto de vista destinado a frenar el contrabando; aunque quienes importan legalmente los aparatos no están conformes por los cupos que les han asignado con el afán de controlar las importaciones.
Sin duda, entre los sectores el que más ha ganado es el de las telecomunicaciones, tanto en las tarifas como por la venta de equipos, y en la medida en que atender bien al usuario sea el propósito, todos los involucrados deberían apuntar hacia ese objetivo.
Ese escenario ideal se espera lograr en julio de este año, cuando entren en vigencia los nuevos parámetros de calidad que estableció el Conatel para las operadoras. Ojalá así sea.