La contraparte del Estado ecuatoriano en el proyecto Coca-Codo Sinclair se hizo efectiva. Ayer, el Gobierno realizó el segundo desembolso de USD 49,4 millones a favor de la empresa china Sinohydro, encargada de la construcción de la central hidroeléctrica.Con esta transferencia se ha cubierto el 33% del anticipo de USD 296,9 millones, que el Estado debe entregar a la constructora china hasta diciembre próximo.
El anticipo debe pagarse en seis cuotas mensuales, a partir de la suscripción del contrato para la construcción de la central entre la empresa pública Coca Sinclair y Sinohydro, en octubre del 2009.
Sin embargo, el pago se postergó hasta que se concretara el financiamiento de la obra.
Por ello, la primera cuota se entregó un día antes de la firma del acta de inicio de la central, el 28 de julio pasado, y el segundo desembolso se ejecutó ayer.
El gerente de Coca Sinclair, Henry Galarza, indicó que estos recursos están cubiertos por dos garantías del Eximbank de China, que Sinohydro otorgó por el buen uso del anticipo (USD 296,9 millones) y fiel cumplimiento del contrato (USD 197 millones).
Los recursos del anticipo serán utilizados para llevar a cabo los estudios de diseño e ingeniería básica de la central, que tomará cerca de seis meses.
Luego de ello, comenzará a ejecutarse la obra civil con la apertura de dos vías por un total de 32 kilómetros para el ingreso de dos topos o TBM, que realizarán la excavación del túnel de conducción de las aguas donde se juntan los ríos Quijos y Salado.
En este mes se definirán las características de los dos TBM para ordenar su fabricación, que demorará cerca de un año.
A raíz de la firma del acta de inicio, llegaron cerca de 40 técnicos chinos que se sumaron al personal de 10 funcionarios de Sinohydro en la central.
Según Galarza, Coca Sinclair ha invertido hasta el momento alrededor de USD 30 millones, que se enfocaron principalmente en la construcción de la vía de 21 kilómetros que conducirá a la casa de máquinas, contratada con la empresa Fopeca.
Paralelamente al inicio de las obras civiles de la central, se determinarán los diseños de ingeniería de detalle, que según el cronograma de la obra se extenderán durante cuatro años y medio.
Para Rubén Barreno, ex presidente del Consejo Nacional de Electrificación, en la mayoría de proyectos realizados en el país -como Paute, Agoyán y Pisayambo- una vez concluidos los estudios de diseño básico se iniciaron las obras civiles sin contar aún con la ingeniería de detalle.
Esta última se va desarrollando mientras se avanza con la construcción del proyecto, indicó .
En ello también coincidió el consultor energético Ricardo Buitrón, quien precisa que debe existir una adecuada programación para que mientras se ejecutan determinadas obras, se diseñe el detalle de otras en paralelo.
Transelectric adjudicó estudios de transmisión
La unidad estatal de transporte de energía, Celec-Transelectric, adjudicó el mes pasado los estudios de diseño básico de la nueva línea de extra alta tensión de 500 kilovoltios (kv) al consorcio italoecuatoriano, Cesi-Efficacitas.
Esta nueva línea de transmisión servirá para evacuar la energía que producirán los nuevos proyectos hidroeléctricos Coca-Codo Sinclair (1 500 MW) y Sopladora (487 MW) desde el 2015.
La elaboración de los estudios tardará un año y tendrá un costo de USD 2 300 000. De este monto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), financiará USD 1 400 000 con un préstamo no reembolsable.
Del proceso de licitación participaron las empresas Consultores de Colombia HMV y el consorcio argentino Mercados Energéticos, Tranelsa y Ecotec
La nueva línea de transmisión conducirá la energía desde el Coca-Codo hasta Quito y luego a Guayaquil. Y desde la central Sopladora hasta Guayaquil y luego a Quito, en una primera etapa.
Esta tendrá un costo de USD 361 millones y tardará tres años en construirse. Según el gerente de Celec-Transelectric, Leonardo Vicuña, aún no está definido si se hará una licitación internacional o una contratación directa con una empresa pública extranjera.
Finanzas ya tiene USD 1 000 millones de China
Lo que se había anunciado tres meses atrás sobre la concreción de un crédito con China por USD 1 000 millones, ayer se plasmó.
En horas de la madrugada de ayer -para el país-, el representante del Ministerio de Finanzas, el coordinador General Jurídico, William Vásconez, firmó con autoridades del Banco de Desarrollo de China el convenio que extiende ese monto.
Vásconez se desplazó a Pekín, pese a que el pasado viernes, en el Registro Oficial, se designaba por Decreto Ejecutivo al ministro Patricio Rivera para que sea el encargado de sellar el crédito. Sin embargo, el Ministro no acudió a esa firma.
Solo después de conocer sobre la efectividad de la firma, Rivera emitió un comunicado donde dijo que “destaca (desde Quito) la consecución de este préstamo, pues permite cerrar el financiamiento presupuestario de este año y, por ende, ejecutar proyectos de gran importancia”.
Del monto total del préstamo, USD 800 millones serán de libre disponibilidad, es decir, podrán ser utilizados a discreción de las autoridades ecuatorianas. El resto, USD 200 millones, se destinará a proyectos del sector petrolero, donde tengan participación empresas chinas.
La Secretaría Nacional de Planificación (Senplades) es la encargada de determinar cuáles serán los proyectos a los cuales irán destinados los recursos. Sin embargo, hasta hora no los hace públicos, a pesar de que esto ya se conocía desde hace meses.
Aunque el subsecretario de Inversión Pública de la Senplades, Mateo Villalba, señaló que el destino de los recursos lo deberá hacer público el Ministerio de Finanzas, no descartó que los USD 300 millones que exigió China como contrapartida para iniciar las obras en la central
hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, salgan de este préstamo.
Con estos recursos, China se convierte en el principal acreedor del país, con montos que suman USD 3 682,7 millones.
Y, además, según el secretario de la Senplades, René Ramírez, se está conversando para obtener un préstamo adicional de otros USD 1 000 millones para impulsar obras productivas, de infraestructura y vialidad. Pero eso aún está en fase de diálogos, señaló el funcionario.