Hoy, el semanario Líderes presenta un informe sobre el impacto de los accidentes de tránsito en la economía.
Información de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) revela que cada muerte en las vías le cuesta al país USD 240 000 aproximadamente. En ese monto se incluyen los gastos producto del siniestro y una estimación de lo que dejaría de aportar al Ecuador, en cuanto a productividad.
Guillermo Abad, director de Justicia Vial, considera que para este año las pérdidas económicas podrían ascender a USD 1 000 millones. A esta cifra se llega haciendo una lectura de variables como la productividad que queda truncada con una muerte, los daños materiales generados por el accidente, entre otros.
Otro rubro económico que se suma en el impacto económico de los siniestros proviene de las firmas aseguradoras. Según la Superintendencia de Bancos y Seguros, de los más de USD 1 300 millones en primas totales pagadas en el 2011, las relacionadas con vehículos alcanzaron USD 432 millones, que corresponde al mayor monto con el 31%.
Si bien este y otros sectores son los grandes perdedores de los siniestros viales, también hay actores en la otra orilla. Las funerarias, por ejemplo, reciben ingresos por los contratos con deudos de fallecidos en accidentes de tránsito.
Ximena Naranjo, gerenta de Ventas de Casa Girón Sala de Velaciones, asegura que manejan al mes un promedio de 100 contratos. De esta cantidad, aproximadamente el 40% corresponde a víctimas en accidentes de tránsito. En esta compañía, los costos por servicios exequiales pueden ir desde los USD 1 000 a 2 500.
También son ganadores los concesionarios y mecánicas. En Talleres López, en Quito, llegan unos 40 carros chocados al mes. Los golpes frontales son los más comunes entre los vehículos y las reparaciones pueden superar los USD 1 000 y en pintura al horno unos 600, dice su dueño Juan López. Añade que el 70% de sus clientes no tiene cobertura de seguro para la reparación.