Uruguay, que según un dicho popular estornuda cuando Argentina se resfría, observa con preocupación la devaluación de su vecino, y teme ver afectado el comercio, mientras el mercado local reaccionó este viernes, 24 de enero, depreciando la moneda un 1,1%.
En tanto, el gobierno uruguayo estaba “expectante” ante la flexibilización de las restricciones para la compra de dólares y su impacto sobre el turismo, que se nutre fundamentalmente de visitantes argentinos.
El tema de la devaluación en Argentina “está complicando mucho” el comercio entre ambos países, dijo a la AFP Alvaro Queijo, presidente de Unión de Exportadores del Uruguay (UEU).
“Hoy la realidad es que los importadores argentinos no saben a qué precio estarían llevando sus productos a Argentina por lo tanto está afectando y momentáneamente paralizando algunas operaciones que estaban previstas”, señaló el empresario.
Queijo remarcó que algunas operaciones que ya estaban acordadas se van a cumplir porque “son insumos necesarios para los industriales argentinos”, pero en otros casos “han pedido que se detengan los embarques esperando ver como termina el tipo de cambio”.
En los últimos años, medidas proteccionistas del gobierno argentino, como la sustitución de importaciones y más recientemente la prohibición del trasbordo de cargas de mercaderías en puertos locales, disminuyeron significativamente el comercio de bienes entre los vecinos y socios en el Mercosur (que también integran Brasil, Paraguay y Venezuela) .
Queijo calculó que Argentina debería representar el 8% de las exportaciones totales de Uruguay, porcentaje que tenía en 2010, pero actualmente está en un 5%, lo que significa una diferencia de unos 300 millones de dólares anuales que podrían estar vendiéndose a ese país.