¿Cómo Chile llegó a tener una de las bolsas más importantes de la región?
Nuestro proceso partió de una crisis bancaria en el año 1983. Varios elementos han confabulado para que el mercado de valores sea uno de los más sólidos, no uno de los más profundos, porque aún le falta mucha liquidez. Sin embargo, se trabajó mucho entre el regulador y el sector privado, para mejorar todo el esquema regulatorio, normativo, modernizándolo. Se hizo una gran inversión en mejores prácticas, en capacitación en tecnología, etc.¿Cómo conjugaron la parte privada con la pública?
Es bastante difícil consolidarlo de una manera armónica. Hoy, la Bolsa de Valores de Santiago es una entidad autorregulada y la transición no ha sido fácil. Es un proceso largo, que tarda mucho tiempo en consolidarse. El diálogo y la visión conjunta es lo más indicado en estos procesos.
¿Hacia dónde camina el mercado bursátil regional?
Se están haciendo intentos de interconexión y también de mejorar el tema de las custodias. Siguen existiendo problemas cada cierto tiempo, por mala utilización de los instrumentos de custodiar los recursos de los clientes. Eso mata la confianza en los corredores. En la medida que haya custodias adecuadas, electrónicas, y que no haya mal uso de estas, nuestros mercados van a ser más creíbles.
¿Qué sucede con la tendencia a las alianzas?
Es la tendencia, efectivamente. Nosotros hemos conversado con Colombia y Perú. Y, puertas adentro, queremos lograr una interconexión mayor entre las bolsas de chile. Tenemos una bolsa electrónica en Santiago y una minibolsa en Valparaíso, pero todavía no es una conjunción plasmada.
¿Cómo ve al mercado bursátil ecuatoriano?
Hace 12 años vine acá y veía la problemática que aún mantienen: la división entre las bolsas de Quito y Guayaquil. Si se llegaran a interconectar, darían un gran paso en esta materia.
El Estado ecuatoriano quiere emitir bonos y hacerlos operar ante la bolsa para dinamizar el mercado bursátil. ¿Eso es positivo?
Claro que se puede, sin embargo, eso no pasa por ahí sino por la credibilidad en los países. Funcionará en la medida de cómo vendo estos papeles al resto del mundo o internamente, qué rendimientos, qué se exige y qué se da. Los mercados de valores de los países ponen en una vitrina su estabilidad financiera. Eso pesa demasiado en la decisión de los inversionistas. Un bono o un certificado será atractivo en la medida que se garantice seguridad jurídica de este documento.