Europa, sumida en gran parte en una profunda crisis económica, con algunas excepciones, y en medio de fuertes turbulencias en la eurozona que cuestionan su propia existencia, vuelve su mirada a otros continentes en busca de crecimiento e inversiones que puedan servir de palanca para impulsar la apática coyuntura en el Viejo Continente.
Antonio Tajani, vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Industria y Emprendimento de la Unión Europea (UE), que acaba de regresar de un viaje por el Cono Sur, tiene ideas claras: “Europa no puede seguir mirándose el ombligo.
Tenemos que salir a buscar otros mercados, y ahí, América Latina tiene un lugar preponderante”, afirma, mientras defiende “no caer en la trampa del proteccionismo”.
La Unión Europea (UE) es el primer socio comercial del Mercosur, el segundo de Chile, con el cual existe un Acuerdo de Asociación bilateral, y el segundo socio comercial de América latina en su conjunto.
En entrevista con dpa en Bruselas, Tajani apuesta claramente por “América como mercado”. Acaba de cerrar varios acuerdos en materia de cooperación turística entre la UE y Chile, Brasil y Argentina para promover que entre mayo y octubre de 2013 cerca de 25.000 europeos viajen a esos países y que, a su vez, una cifra equivalente de turistas de la región se acercen a Europa entre octubre de 2012 y marzo de 2013.
“No es solamente cuestión de idiomas y de lazos históricos, Europa tiene ahora más que nunca necesidad de buscar nuevos horizontes. Ahí están los países emergentes, que ofrecen nuevas posibilidades, Brasil, China, India (…) no podemos permanecer impasibles, como continente europeo, mientras el mundo avanza y el sistema bipolar desaparece”, explica Tajani.
Y es que, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), si Europa no mueve ficha rápidamente, corre el riesgo de perder paulatinamente su influencia en América Latina y ceder ese puesto a China.
“Hay que renovar la relación entre estos bloques, ampliándola a nuevos temas como el cambio climático”, asegura la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena. De hecho, América Latina mantiene un superávit comercial superior a los 1.400 millones de dólares con la UE, que alcanza los 1 000 millones de dólares sólo en Sudamérica.
El saldo es producto de un aumento del 100 por ciento de las exportaciones latinoamericanas a la UE desde el año 2000, periodo en que Europa perdió paralelamente su peso comercial en la región.
De hecho, la UE ya no es uno de los tres principales socios comerciales de países como Chile, Argentina, el Perú, Ecuador, Costa Rica y Bolivia. Por ello, en relación a las complejas negociaciones entre la UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), para la creación de un ambicioso acuerdo de libre comercio, Tajani se muestra “moderadamante optimista”. “América Latina y Europa se necesitan mutuamente.
Creo que, a la postre, estamos ‘condenados a entendernos’. Confío en que las negociaciones acabarán por buen camino”, comenta.
El hecho es que el objetivo de crear un acuerdo de libre comercio UE-Mercusur, que englobaría a 750 millones de personas y supondría un intercambio de 125.000 millones de dólares al año, parece todavía lejano.
La grave crisis de deuda que sufre la eurozona, con tres países rescatados por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -Portugal, Irlanda y sobre todo Grecia, a punto de un segundo rescate- son un “pesado lastre” sobre las negociaciones, dado que Europa está ahora focalizada en sus propios problemas, admiten fuentes diplomáticas en Bruselas. “Ahora, más que nunca, aunque suene a algo reiterado, Europa es más necesaria que nunca.
No podemos caer en la tentación del proteccionismo, de replegarnos en nosotros mismos.
Lo que está pasando con Grecia es grave, pero los europeos tenemos la capacidad suficiente para salir de esto”, comenta Tajani.
“En realidad, si miramos atrás, la construcción de la Europa unida, desde sus fundamentos (en 1957 con el Tratado de Roma, CEE), siempre se ha hecho en momentos de dificultad, de avatares adversos. ¿Porqué no vamos a salir adelante ahora?”, se pregunta.
En ese sentido, Europa parece a mirar a América como tierra de “oportunidades” económicas. De hecho, muchas multinacionales, entre ellas varias españolas, realizan en los últimos tiempos mayores beneficios en sus filiales latinoamericanas que en sus mercados nacionales. Los datos en ese sentido son elocuentes, explica Tajani.
Según datos de Bruselas, el mercado sudamericano, de 530 millones de personas, estaba creciendo a una tasa superior al 5 por ciento un año antes de la crisis económica (fines del 2007) y está volviendo a tasas similares hoy.
“Las cifras son impresionantes: el comercio de bienes alcanzó los 164.000 millones de euros en 2010 (6,2 por ciento del total del comercio de la UE y el 13,6 por ciento del comercio de Latinoamérica); mientras que el comercio de servicios alcanzó los 44.000 millones de euros en 2009 (34 por ciento del total del comercio de servicios de América latina)”, explica.