Las medidas económicas implementadas en diferentes países europeos han comenzado a “dar sus frutos”, afirmó un documento interno de la UE difundido hoy, mientras que también la Comisión Europea destacó que hay “señales de estabilización”, pese a que la región se encuentra en una “recesión moderada” .
Estas declaraciones hicieron de telón de fondo al duro choque que está ocurriendo en Europa, a diferentes niveles, sobre el fortalecimiento del fondo salva-Estados, instrumento clave para que la UE pueda superar su crisis financiera.
Alemania siguió hoy rechazando la posibilidad de una ampliación de los recursos del Fondo de Rescate UE (FEEF), hecho que motivó a su vez la suspensión de una reunión cumbre entre los líderes de la Eurozona que debía tener lugar el viernes en Bruselas.
La reunión de la Eurozona debía llevarse a cabo tras otro “summit”, esta vez entre los representantes de los 27 países de la UE, que sigue en pie, precisaron fuentes de Bruselas. Es posible, añadieron, que la Eurozona se reúna antes de finales de marzo, visto que Alemania pidió más tiempo para discutir el tema clave del fortalecimiento del fondo salva-Estados.
“La decisión será tomada antes del 31 de marzo, todavía no está claro si a nivel de líderes o de ministros de finanzas” , indicaron las fuentes.
Estas declaraciones no hacen otra cosa que confirmar la delicadeza del tema.
El objetivo del fortalecimiento del FEEF es contener el contagio de la crisis de Grecia a otros países: por eso la mayoría de los 27 miembros de la UE apoyan la idea de incrementar la dotación de 500 mil a 750 mil millones de euros, pero Berlín sigue manteniendo su veto.
Al tema se refirió hoy entre otros el presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata alemán Martin Schulz, quien precisó que “el fondo salva-Estados será amplicado, quiera o no la canciller Angela Merkel”. Esta es una decisión -recordó Schulz- que sostienen todos los países europeos, también aquellos que no forman parte de la Eurozona, menos precisamente Alemania.
De una u otra manera, Berlín prefiere de todos modos esperar por lo menos hasta mediados de marzo, una vez que la UE habrá aprobado el canje de los bonos griegos, en el que participarán también los acreedores privados de Atenas.
Entre los que están reclamando a Merkel su vía libre al fortalecimiento del fondo se encuentra el premier italiano Mario Monti, que el jueves se reunirá en Berlín con la canciller, ocasión en la que insistirá sobre el tema.
Mientras siguen aumentando las presiones para que Berlín de su luz verde a esa medida, hoy hubo diferentes declaraciones tímidamente optimistas sobre la situación europea.
El responsable de la Comisión para los asuntos económicos y monetarios, el finlandés Olli Rehn, admitió que la UE entró en una “recesi”n moderada” y que las reformas para la salida de la crisis “son claves”.
Durante un debate en el Parlamento europeo, Rehn sostuvo sin embargo que comienzan a “vislumbrarse señales de estabilización”, pero que “para continuar en esta senda necesitamos acciones decididas”. “Para pasar de la consolidación de los balances fiscales al crecimiento y a la creación de puestos de trabajo son necesarios otros pasos”, destacó Rehn.
La situación sigue en otras palabras siendo muy delicada. Tras el segundo plan de rescate aprobado días atrás para Grecia, precisamente Atenas sigue estando en el centro de la crisis europea.
El presidente de la Eurozona, Jean-Claude Juncker, propuso hoy por ejemplo la creación de un nuevo Comisionado de la UE que se encargaría unicamente de monitorar la situación en Grecia.
“Yo sería muy favorable a este nuevo cargo para poder encarrilar la economía de Grecia”, indicó en una entrevista, desmintiendo que su propuesta sea similar a una idea lanzada hace unas semanas por Alemania, plan inmediatamente rechazado por el gobierno griego.